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Toyota PRIUS 2004:

El auto que ignora los precios de la gasolina



Por: PEPE FORTE

Publicado en el año 2003 en letstalkcars.com


Antes, en cuanto entablábamos conversación con un forastero, lo primero que le preguntábamos era cómo estaba el tiempo por su ciudad. Hoy, indagamos del precio de la gasolina por allá… Claro, si uno posee un Toyota Prius, de seguro que, como antes, preguntará por el clima. En noviembre del 2001 probé por una semana la primera generación del Prius que rodó en los Estados Unidos, aunque en realidad era la segunda edición que lo hacía en Japón.

En aquella ocasión llevé al encantador coche desde Miami, Florida, a New Orleans, en Louisiana, un viaje que promedió unas 2 mil millas de ida y vuelta… y gastó sólo 4 tanques de gasolina. Pero aquel Prius, aunque arrancó exclamaciones de admiración de quienes le veían, también los decepcionaba un poco; parecía un Echo de salón… El argumento no está lejos de la verdad: ese Prius sirvió de modelo base para el Toyota Echo que reemplazó al Tercel.

¿Qué es un híbrido?
El Toyota Prius vive de una sofisticada solución tecnológica llamada Hybrid Synergy Drive. Se trata, como ya anticipé, de un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.5 litros, altamente eficiente, un motor eléctrico y una transmisión automática especial que, mediante el citado sistema, alterna entre uno y otro para mover el vehículo y, cuando necesita más potencia, los pone a trabajar en conjunto.

No hay que conectarlo a la corriente
El Prius está lejos de los llamados EV o Electric Vehicles como los experimentales Saturn, Geo e incluso algunos Toyota de hace unos cinco años, totalmente eléctricos, que necesitaban ser recargados como cualquier artefacto animado por baterías. Con el Prius no sucede eso. Es autónomo, es decir, se recarga a sí mismo a partir de todas sus funciones. El dínamo que genera la electricidad es movido por el motor de gasolina, el propio eléctrico e, incluso, por el tren de rodaje al correr inerte cuando la transmisión se desconecta, o al frenar.

Cuando echa a andar lo hace eléctricamente. Al llegar al rango de las 8 ó 10 millas por hora desconecta el motor eléctrico para arrancar el de gasolina, y más o menos entre las 25 y 35 millas por hora regresa al eléctrico, apagando el de gasolina. Por encima de esa velocidad trabajará mayormente con ambos. Al funcionar de esa manera (que es el rango de conducción urbana), su rendimiento es todo lo contrario de un coche de gasolina “normal”: es más alto en la ciudad que en la carretera. Cuando se detiene en una luz roja es tan silencioso que parece estar apagado.

La nueva generación
Este Toyota Prius supera al modelo precedente. Su diseño exterior no está emparentado con ningún otro coche de la compañía. Es un hatchback de diseño muy contemporáneo que creció hasta casi el tamaño de un Camry, y se ha movido de la clasificación de ‘compacto’ a la midsize. El chasis aumentó 18 generosas pulgadas de distancia entre ejes para 106.3. Ofrece 16.1 pies cúbicos de espacio interior y, al abatir los asientos traseros, puede acomodarse dentro mercancía que no toleraría un sedán.

Conserva del modelo anterior el tacómetro digital casi al centro de la consola y la pantalla tipo touch-on que alterna en las funciones de audio, climatización, esquema de carga y trabajo del sistema Synergy y, en los modelos mejor dotados, un navegador GPS, así como el de comunicaciones Bluetooth.

Pero además es más eficiente, rebasando las cifras de consumo de 52 millas por galón en ciudad y 45 en la carretera del Prius precedente por la asombrosa cifra de 60 mpg en la cuidad y 50 en la autopista, para un consumo combinado del rango de las 55 mpg a partir de un tanque de combustible de 11.9 galones que rinde unas 650 millas. Al menos para los habitantes de Miami —ciudad donde vivo—, esto significa ida y vuelta a Disney World con el mismo tanque y todavía queda para un poco más.

El indicador del tanque de gasolina no es de aguja, sino digital, compuesto por 10 lineas o barritas tipo LED color verdes. En la semana que lo conduje, la primera de esas lineas en apagarse (la más próxima a la letra F de Full), lo hizo cuando ya había recorrido 109 millas. Aún en los más eficientes autos de gasolina, la aguja comienza a decirle adiós a la letra F mucho antes de ese marcador. Y cuando quedaba encendida sólo la barrita verde aledaña a la letra E de Empty (vacío), la pizarra todavía anunciaba 310 millas de autonomía.

Con una velocidad máxima de 105 mph, el nuevo Prius alcanza las 60 mph en 10 segundos, mejorando en unos 3 el récord del anterior. Además es más “verde” o ecológico ahora: es 30% menos contaminante.

También ahora usa un motor eléctrico de 50 kW (33 kW en el Prius original), y trabaja con 500 voltios; el anterior, con 274. La batería, de hidruro de niquel-metal, también ha sido mejorada y reubicada más bajo, justo debajo del asiento trasero y el espacio de carga. El motor de gasolina produce 6 hp más que el modelo anterior, para un total de 76 y la torsión es de 82 lb’.

Por su parte, el motor eléctrico genera 67 hp y 295 lb’ de torsión, siendo ganador de las etiquetas SULEV (Vehículo de Super Ultra Baja Emisión) y PZEV (Vehículo de Emisiones Parcialmente Nulas). La calidad y aspecto de los materiales interiores han sido mejorados, destacando los acentos en metal.
La transición entre el motor eléctrico y el de gasolina es imperceptible. Sus ocupantes sólo pueden notarlo al observar el monitor de 7″ al centro de la consola que muestra un esquema semejante en diseño al Sistema Operativo 10 de McIntosh, tipo 3D. Este esquema exhibe ambos motores, la batería y su status, el generador y las ruedas, y mediante flechas animadas muestra cómo va trabajando. La pantalla también sirve para reflejar el climatizador y el sistema de audio JBL. La transmisión continuamente variable (CVT) no deja sentir los cambios (no existe manual para el Prius).

Otro detalle atractivo: La palanca de cambios está ubicada en la consola y funciona como un joystick de video-juego (el sistema es conocido como by-wire y opera electrónicamente). A la posición de Parking se accede oprimiendo un botón, lo mismo que para el encendido y apagado del auto, pues no necesita llave de ignición, recordando el modus operandis de una computadora.

Precisamente el sistema de ignición parece arrancado de los Jetsons. Los ejecutivos de Toyota argumentan que es redundancia cargar con la llave y con el receptáculo de keyless entry. El avanzado sistema se llama Smart Entry & Smart Start y funciona a través de sensores a bordo que reconocen la señal emitida por la llave, ya en el bolsillo del conductor o en la cartera. Lo que se usa e introduce como llave (sólo una vez para hacer el input de data) es el propio receptáculo del acceso remoto. Hecho esto, en lo adelante los sensores se comunican con la llave, de modo que todo lo que se necesita para poner el motor en marcha es apretar un botón, y para abrir la puerta, tocar la manija de apertura.

Estilo, tamaño y seguridad
El styling del Prius es ‘tercermilenista’. Sus líneas son de lo más contemporáneo en el mercado automovilístico hoy. La ventana trasera es dividida en dos, pero no es tan obstructiva como para impedir mirar por el retrovisor.

El Prius del 2004 posee frenos ABS asistidos en emergencia y dobles bolsas de aire frontales estándar, y opcionales la laterales. Posee además control de tracción y de estabilidad vehicular (VSC), así como sistema de monitoreo de presión de aire en los neumáticos.

Garantía. ¿Qué pasa si la batería..?
Siendo una tecnología que recién se estrena, muchos consumidores se sienten temerosos por la confiabilidad del vehículo a largo plazo. Pero además de que el auto ha rodado exitosamente en Japón por más de cinco años, el programa de garantía de la compañía es excelente: 36 mil millas de cobertura en la estructura física del vehículo y 60 mil en el tren de rodaje y potencia. ¿La batería?: 100 mil millas en las piezas relacionadas con el sistema híbrido, así como la propia batería.
Para los escépticos, hay que insistir en que no se trata de un vehículo experimental o de pre-producción, sino un coche de verdad que puede comprarse en las agencias y que su explotación y costo de mantenimiento es el mismo de un auto regular de gasolina. No requiere cuidados especiales, gastos extras, ni hay que conectarlo a un generador. Tampoco pierde potencia ni velocidad cuando la batería comienza a agotarse, como ocurre con los motores eléctrico alimentados a partir de una fuente acumuladora.

Con un precio base de alrededor de $18 mil, muchas estrellas de Hollywood conscientes de la ecología han adquirido Prius para ayudar al planeta. Entre ellos están Harrison Ford, Leonardo DiCaprio, Bill Maher, Julia Roberts y Cameron Diaz. No es una decisión veleidosa, sino una inteligente y digna de imitar. Por lo menos su bolsillo se lo agradecerá…