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TOYOTA FJ CRUISER 2007:
La reencarnación del FJ40


por PEPE FORTE editor de i-Friedegg.com/Fotografías de Toyota y del autor


Lleva testosterona en las cuatro ruedas y se siente tan firme
como un boxeador bien entrenado.  Nada, es cosa de ADN...

Introducido como concepto en el Auto Show de Detroit del 2003, el Toyota FJ Cruiser llega como modelo 2007 cual una suerte de homenaje al legendario FJ-40 4x4, que se vendió exitosamente en los EEUU entre 1960 y 1983 (y en muchos otros países también). Hoy, todavía se le ve indemne zapatear por ahí, por algún camino del mundo, olvidado de Dios, con el mismo afán de los años mozos.
  

Concebido en estilo por Calty Design Research, de California, el FJ Cruiser es una reinterpretación retro del original... pero no tanto. Exceptuando tres cosas, la primera de ellas el patrón de dos colores en la carrocería, y la segunda el grill, que recrea la parrilla del Land Cruiser “crudo” primario, lo demás es nuevo. Lo tercero que quedó indemne es su vocación para vérselas con terrenos agresivos y que literalmente destrozarían otros carros, gracias a una construcción robusta como los abdominales del mejor entrenado boxeador. Sí, el FJ tolera trompadas...

Nuestra unidad de pruebas
   El FJ Cruiser se apoya en la misma plataforma Prado del actual 4Runner —ídem para el Lexus GX470—, sólo que nuestro radiografiado de marras es más corto (11 pulgadas, para ser exactos). Y se ofrece en versión 4x2 y 4x4, ambas animadas por motor V-6 de 4.0 litros. Se trata de un bloque de aluminio DOHC y tecnología VVT-I que sugiere que se le alimente con gasolina Premium. Produce 239 hp de potencia y 278 lb x pie de torsión. Es la misma planta motriz que anida bajo el capó del 4Runner. Nuestra unidad de pruebas fue la que resulta más fácilmente reconocible en una mirada al vuelo por sus aros en negro, no cromados, de 17”, que le agencian al vehículo un aspecto más off-road, casi militar, por lo que no dudamos que esta versión sea la del agrado de gente amante de las actividades al aire libre. Con una luz o clearance de 9.6”, 34º de ataque y 30º de escape, amortiguación delantera de doble brazo A, y vinculada de cuatro puntos la trasera, el FJ pudo haber sido el sustituto del Lunar Rover de la misión Apolo 15. Por su altura y modales recuerda a la Tacoma Pre-Runner.

Nuestro FJ, automático 4X4 y a un precio básico de $23,340, ofrecía casi todo a cuanto se pueda aspirar. Pero claro que, amenidades agregadas tales como acceso remoto sin llave, el 'sonar' en estacionamiento en marcha atrás y algunos otros agregados, terminó en etiqueta de unos $26 grandes.  

Pero donde es más inteligente invertir es en la tracción del FJ. El paquete Upgrade #2 incluye A-TRAC, un sistema de control de tracción en terreno no-urbano, y tranque del diferencial trasero Torsen con el sistema Auto LSD, que lee la velocidad relativa de las ruedas de atrás y trata de igualarla. En la edición manual es posible arrancar el motor sin tener que oprimir el pedal de clutch, lo que ayuda en salidas en pendientes.
 
   En la automática, por medio de una palanquilla aledaña a la principal de cambios, se opera la caja de transferencia de la tracción en las cuatro ruedas a los conocidos modos de 2-Hi, 4-Hi y 4-Lo. En situaciones agudas se puede enviar hasta un 70% de la tracción al tren de rodaje trasero, dependiendo del agarre disponible sobre la superficie. En circulación normal, el FJ Cruiser tiene buena aceleración y carece del rodaje ‘pastoso’ de otros SUV’s de su talla.

Por dentro
   El interior repite en el panel del audio y de las puertas el color exterior del vehículo. Priman dentro lo cuadrado y las líneas rectas. Un aplauso para la botonería, sobredimensionada; por tanto, fácil de ubicar visualmente y de manipularla. Exceptuado las dos ruedas laterales que rematan  sendos cilindros cromados que en los extremos de la pizarra sirven para cerrar o abrir las escotillas del aire acondicionado y que aparentan fragilidad, lo materiales usados en cabina son firmes y las partes bien fijadas.

La capacidad interior total con los asientos traseros abatidos es de 66.8 pies cúbicos. Con las espaldas erectas —a propósito, protegidas por un panel plástico que sirve de piso cuando plegadas— aún ofrece unos impresionantes 27.9 pies cúbicos.

   El más nuevo SUV de Toyota es de 4 puertas tipo ‘suicidio’, sin pilar (el B) entre ellas. El acceso a la banca trasera es fácil y la verdad es que se va cómodo allá atrás, aunque tratar de alcanzar la manija interior de la segunda puerta desde fuera para abrirla, ¡uf!, es cosa de contorsionistas.

  Las butacas delanteras soportan bien el cuerpo y, en general, la posición de manejo es agradable, si obviamos el tiro corto del parabrisas vertical, allá delante, lejos, que impide ver la luz de tráfico si nos acercamos “normalmente” a ella. Pero resulta llamativo que posee tres escobillas limpia-parabrisas. Y tan distintivo como esto, los retrovisores laterales color aluminio con lámparas integradas. Pero el talón de Aquiles del FJ Cruiser es la visibilidad, pésima sobre todo la angular lateral hacia atrás. Este es un auto en el sí hay que volver la cabeza a la derecha y no confiar sólo en el retrovisor de estribor para cambiar a la senda diestra.
  
   La quinta puerta en el tercio final del SUV es de despliegue lateral y cuenta con bisagras lo suficientemente fuertes como para hacer el swing de apertura y tolerar la torsión que ejerce la enorme rueda de repuesto de tamaño completo tornillada allí. Pesa...

EL FJ ORIGINAL
tenía motor de 6 cilindros en línea, de 3.9 litros para los modelos entre el año 1960 y 1974. Del 75 al 83, la cilindrada subió a 4.2. Esta última serie desarrollaba 135 hp y 210 Lb x pie de torsión. La transmisión 4x4 era manual de 4 velocidades y podía arrastrar 3000 libras.
La luz (distancia suelo-chásis) era de 8.3”. 
Su consumo se estimaba en 11mpg en la ciudad y 16 en la autopista.

Seguridad  y otras cosas
No olvidemos que estamos en el 2006. Eso significa que el nuevo  FJ está casi medio siglo adelante
del FJ-40 en lo concerniente a seguridad. Y en este punto la comparación no se resiste: posee frenos ABS de disco en las cuatro ruedas con Distribución Electrónica de Fuerza (EBD), control de estabilidad y bolsas de aire. Y la estructura de cuerpo del FJ Cruiser es más resistente en vuelcos. Esto es un tema polémico. No se trata de que los materiales de antes eran más “duros” que los de ahora —lo cual puede ser cierto—, sino que el trabajo de cálculo ingeniero para dotar al vehículo de un esqueleto que enfrente la absorción de impacto y que “hable” el lenguaje de un vuelco “razonadamente”... ni soñarlo en 1960. 

En cuanto a electrónica de entretenimiento es compatible con todos los formatos contemporáneos de audio, como el MP3. Posee tocador de CD’s. Y respecto a parafernalia más sofisticada, Toyota decidió no ubicar el sistema de navegación satelital en la consola, sino como agregado mediante brazo de sujeción para la unidad portable de Garmin Quest 2.
  
   El FJ Cruiser es otro de esos pocos vehículos de extremos: o gusta o no; pero ignorado... jamás. Serio rival del Hummer H3 —y hay quienes opinan que por ‘tipo duro’ hasta del 2— compite además con su propia sangre, porque en muchos aspectos le gana al venerable ancestro, el FJ-40. Si antes, cuando apenas existían 3 jeeps en el mundo —la nomenclatura de entonces desconocía el acronismo SUV— el 40 fue campeón, el Cruiser no será menos.
   Es cosa de ADN...

El reciclado FJ se mueve con testosterona en las cuatro ruedas. Se le siente recio y sólido como los abdominales de un boxeador  bien entrenado. Es un vehículo a lo macho-man, que respira virilidad y se supone  blanco predilecto de los prospectos masculinos de espíritu aventurero. Sin embargo, también cautiva a la demográfica femenina.

 

NUMEROS
   Motor: V6/4.0L
   Potencia: 239hp
   Torsión: 278Lb-pie
   Transmisión: Auto/4x4
   Autonomía: 17mpg ciudad/21 autopista
   Precio Básico: $23,300

PROS:
       • Gran rendimiento todoterreno.
       • Asientos cómodos.
       • Sólida construcción.

CONTRAS
       • Pésima visibilidad  lateral angular.
       • Difícil acceso a la manija de la segunda 
          puerta.
       • Forma y talla de parabrisas delantero  
         dificulta ver el semáforo.