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Segunda generación del NISSAN MURANO

Conserva lo bueno de la primera edición, pero refina su estilo exterior y ofrece un interior sofisticado. Todavía no tiene el V-6 de 3.7 litros que ya se halla en otros vehículos de Nissan, pero su 3.5 acoplado a transmisión CVT mueve muy bien el vehículo. Sin duda, continúa siendo uno de los crossovers más auténticos del nicho...

por PEPE FORTE Editor del Canal de Autos de iFriedegg.com, y conductor del programa radial AUTOMANIA de UNIVISION RADIO.

Posted on Aug. 21/2009. Todas las fotografías del autor.

El Nissan Murano no sólo fue uno de los primeros crossovers introducidos al mercado automotriz norteamericano, sino también uno de los pioneros de su clase que ya trajo una propuesta que, ingeniosamente, logró despegarse de la típica forma de un SUV. Eso ocurrió en su introducción en el 2003, cuando Nissan llegó a la cúspide de una revolución de diseño que dejó boquiabiertos lo mismo de asombro que de envidia —a dosis iguales— a los competidores y al público general, embate que arrancó unos cuatro años antes con el batazo —o un gol, si así lo prefiere— del flamante Altima de la época, que hizo pensar a todo el mundo que, "si este es el Altima, ¿cómo será el Máxima?".

En ese marco nos llegó el Murano, con su sorprendente transmisión continuamente variable y su bella tercera ventana lateral de corte triangular. Estos dos fueron posiblemente los atributos más destacados de arrancada del  Nissan Murano... pero había más. Cosas que heredó para bien la segunda generación del vehículo en el 2009.

Como un auténtico crossover, el Murano está montado sobre la plataforma de un sedan y lleva el módulo de potencia de un "carro normal", pero con los atributos de más altura, espacio interior y un tercio de carga cerrado tipo minivan o SUV. Que así se define en esencia un crossover, caramba...

El nuevo Murano sigue siendo escultural, redondeado, con personalidad propia y ahora estrena un nuevo grill mucho más conectado en conjunto con las luces delanteras que antes. En realidad no se aparta mucho del modelo precedente pero sí dispone de elementos que le caracterizan y enseguida le dan su nueva identidad.

No creemos que sea un verdadero vehículo off-road, pero tiene la altura y la conducta ideal para hacer de un SUV urbano.

Está disponible en tracción delantera o All Wheel Drive, con transmisión automática CVT o Continuamente Variable —la única que ofrece— acoplada también a una sola oferta de planta motriz, un V-6 de 3.5 litros para 265Hp de potencia y 248 libras por pie de torsión. Su capacidad de arrastre es decente: 3,500 libras —¡¿Por qué no le ponen el nuevo 3.7 de Nissan?!—. Anyways, tiene un motor muy apropiado para mover el conjunto y la transmisión CVT, si no es la mejor del mercado hoy, es una de las más capaces —para no exagerar.

El vehículo avanza con disposición, se le siente liviano y es bastante silencioso. A algunos de mis colegas su rodaje le ha parecido un poco deportivo, no así a este servidor que lo percibe más car-like —ese es su propósito, además— que piensa de este modo cuando le viene a la mente el que sí se comporta más sporty —seriamente sporty diría—, que  es el primo mayor, el Infiniti FX.

Hay a quienes le ha parecido que la visibilidad lateral trasera es buena... no lo cree tanto así este periodista, basado en otra experiencia previa: el Subaru Tribeca, que aunque en su primera edición imitó un poco la tercera ventanilla lateral del Murano, en la reciente revisión del vehículo el área del cristal fue ampliada para —como en la Caperucita Roja— "ver mejor". En el Murano, sin embargo, esta ventana ha quedado más o menos igual. Pero lo que sí no puede negar nadie es su belleza.

El Murano se ofrece en tres cortes: S; SL y LE. Nuestra unidad de pruebas fue el SL.

El S, que es el base, viene tan razonablemente bien equipado que incluye climatizador dual automático y multi-tocador de CD's, pero la mayoría de los más deseables paquetes de lujo y amenidades han quedado excluidos de este nivel. El SL viene mejor dotado y es el más popular de los tres modelos. Finalmente el LE, de más aliento deportivo, es el más caro e incluye de manera estándar todos los mimos que se puedan esperar.

Las lámparas traseras del Murano anterior eran de orientación vertical. Ahora se han ido hacia lo horizontal...

En el SL ya se incluye sunroof, vestidura de piel, acentos interiores tipo aluminio, radio satelital y toda operación eléctrica. Los momentos culminantes del Murano dentro son su relojería de bello diseño contemporáneo, y el podio donde se ubica la palanca. La consola central está presidida por un concepto Nissan-Infiniti que ofrece una proyección casi horizontal del panel donde se asienta parte de la botonería —lo que me parece fascinante—, empero un amigo observador que recientemente adquirió un Murano se queja de que hay una distancia incómoda entre el display de audio, arriba, y parte de los pulsadores, situados más abajo, casi a nivel de la palanca de la transmisión. Pero si acudo a mi rasero de contrastes que mide y diagnostica si en un auto en particular el exterior rebasa al interior o viceversa, el veredicto aquí es que en la segunda generación del Murano, éste es más bello por dentro que por fuera...

El Murano está muy bien preparado en le acápite de seguridad. Cuenta con Sistema de Control de Tracción y Estabilidad, frenos ABS y abundantes bolsas de aire.

Exceptuando su eficiencia —hace 19mpg combinadas entre ciudad y autopista— y una capacidad de carga amable pero no generosa (31 pies cúbicos), el Murano continua siendo una de los vehículos mas populares en su segmento y, sin duda, representa una de las mejores opciones entre los vehículos que pueblan el nicho.

El rango de precio se ubica entre los $27 mil y los $37 mil dólares.

 

A continuación, ver el resto de las fotos: