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2007 Edge Fiesta Fusion Hybrid Mustang 5.0 Flex en Miami
 

El EXPLORER celebra con satisfacción su mayoría de edad

por: PEPE FORTE Editor del Canal de Autos de iFriedegg.com,
y conductor del programa radial AUTOMANIA de UNIVISION RADIO.
Miembro fundador de SAMA.

Posted on Dec./2010 • Todas las fotos del autor excepto las señaladas como ajenas.
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En el verano acudimos a la presentación del flamante Ford Explorer modelo 2011 en Detroit, en un evento que irónicamente llamé "mírame, pero no me toques", porque en aquella oportunidad no pudimos manejarlo. Ahora, a punto de finalizar el año, volamos a La Jolla, California, para una recompensadora experiencia de conducción. Tras 21 años en el mercado, el nuevo y totalmente diferente Explorer '11, tiene todos las razones del mundo para celebrar con orgullo su mayoría de edad.

Finalmente. Ocurrió. Tras esperar pacientemente desde el verano cuando acudimos al evento de presentación del Explorer, tipo mírame pero no me toques en la ocasión porque no pudimos manejar el vehículo, ahora lo hicimos en la primera semana de diciembre del 2010. Volamos de Miami, en la Florida, a San Diego —¡el scanner otra vez!—, en California, para desplazarnos hacia La Jolla, que nos sirvió de base al lanzamiento. Casualmente apenas una veintena de días antes nos hospedamos en el mismo hotel para otro evento de autos. Pero la coincidencia terminó ahí, pues empleamos rutas distintas para la prueba de carretera.

En esta ocasión sólo mencionaremos a modo de puntualización cifras y especificaciones del vehículo, pues esto ya lo hicimos en el artículo acerca de la presentación referida arriba en julio de este año. De manera que nos concentraremos más en la experiencia de manejo que en aquella vuelta —como dijimos— no pudimos concretar.

Para agotar justo los números del vehículo, recordaremos que ya no viene más con motor V-8, sino con un V-6 de 3.5 litros que genera 290hp —¡tan solo 2hp menos que el V-8!— y que posee una capacidad de tiro de 5 mil libras. En este aspecto los ejecutivos de Ford nos comentaron durante la presentación que decidieron esta cifra de arrastre tras estudiar cuidadosamente la demográfica del vehiculo, y que ella correspondía biunívocamente a las necesidades de remolque de las familias que el Explorer polariza. La razón resultó perfectamente convincente ante los reclamos de que el SUV está muy por debajo de la competencia en ese aspecto.

En el futuro casi inminente el Explorer va ser dotado de la nueva serie de motores EcoBoost de Ford, turbocargados en este caso. Ford está batallando por el liderazgo en eficiencia, al punto que esta movida de obviar motores V-8 en algunos de sus vehículos que históricamente lo usaron no sólo es un paso temerario, sino que demuestra su voluntad con ese compromiso. En noviembre de este año, pudimos probar someramente durante el Salón Internacional del Automóvil del Sur de la Florida en Miami, una camioneta F-150 con motor V-6, y la verdad es que no extrañamos para nada el V-8, a pesar de que a este periodista los 8’s le fascinan. Y este es un punto sensible para Ford y para el segmento de los SUV’s en tanto que eficiencia de combustible. Recordemos que la premisa de los V-6’s tipo EcoBoost es que garantizan la potencia de un 8 con la eficiencia de un 6. Ford sabe que en los últimos tiempos, especialmente después de la crisis de los precios galopantes de la gasolina en el 2008, los prospectos empezaron a mirar a los deportivos utilitarios con un rictus de disgusto por gastadores, la mayor queja de los consumidores respecto de ese nicho. De modo que como a pesar de ello todavía el 32% del mercado automotriz está representado por los SUV’s, más del 30% de las mejoras tecnológicas de la marca Ford están relacionados con la eficiencia de combustible. La pelea es cruenta, pero Ford ha logrado una eficiencia de 2mpg menos que Toyota. Este nuevo motor V-6 es 25% mejor en consumo de combustible que los anteriores de su esencia.

El Explorer sólo viene en versión de tres filas de asientos.

¿Y qué de la similitud entre los flamantes Land Rover Evoque y Ford Explorer? ¿Quién fue primero, el huevo o la gallina… es decir, el Evoque o el Explorer?
En afable conversación con Tom Holland, Ingeniero Jefe del Explorer, ni siquiera pude disponer de ese edge para obtener información, sino que la respuesta que obtuve fue que ni uno ni el otro es la fuente originaria del otro o del uno, sino que ambos fueron desarrollados en conjunto cuando las dos compañías estaban juntas (hoy Land Rover pertenece a al entidad india Tata Motors). Aún si persistimos en el tema bajo un manto de noble suspicacia y consideraramos que el vehículo es 50% por ciento de un lado y 50 del otro, nos gustaría imaginar que el coctel es perfecto mientras la parte mecánica proviniese de Ford, y la estética de Land Rover.

Pero antes de irnos a la impresión de manejo, celebremos la presentación de Ford. No es la primera vez que el colmillo de Detroit presenta un nuevo vehículo como lo acaba de hacer con el Explorer. Lo hemos visto en el Taurus, el Mustang, el Fiesta y el Edge. En vez de protagonizar una catarata de conferencistas sobre los diversos aspectos del vehículo, desde lo técnico hasta el mercadeo —lo que a veces llega a resultar aburrido—, Ford prepara un enorme salón con diversos escenarios, inmerso en un diseño contemporáneo de magnífica iluminación en el que itinerantemente los periodistas acuden a cada uno de ellos a por detalles. Aplausos, por favor…

Y ahora, compartamos las impresiones de manejo. Partimos de The Lodge Hotel en Torre Pines hacia Del-Mar Fairgrounds, donde se realizó la presentación ya mencionada y de ahí, en un extenso recorrido de alrededor de una hora por autopistas de primer orden y luego por carreteras más intimas, sinuosas y tortuosas, que nos permitieron poner a prueba al Explorer en este tipo de rodaje, condujimos hasta la finca Lions, Tigers & Bears, en el área de Alpine.

El sitio, un refugio para felinos de gran talla abusados, nos permitió como curiosidad alimentarlos —le he dado comida a mi perro, pero nunca a un león—, y allí fue donde Ford estableció un ruedo de tierra movediza donde comprobar las habilidades del sistema múltiple de tracción del vehículo, que puede enfrentar barro, nieve o arena.
El sistema, accionable mediante un botón horizontal ubicado al pie de la palanca de cambios y que a cada paso tiene un emblema que simboliza su uso, demostró su eficacia y pudimos, pudimos, pudimos de verdad, notar cómo trabaja en cada situación. No hubo manera de que el Explorer se quedase varado en aquel arenal del que habría tenido trabajo en salir un lagarto del desierto.

En el sitio, también pudimos ensayar el vehículo en un interesante curso off road de casi 20 minutos en que condujimos al Explorer por la tierra y una diversidad de superficies agrestes, entre los árboles y la maleza —los leones están enjaulados— y fue en este circuito donde probamos el eficaz sistema de descenso en colina, activable con solo presionar un botón y que una vez puesto en on, todo lo que hay que hacer es controlar el volante, pues el vehículo frena inteligentemente en la bajada.

Todos estos Explorer eran AWD. Al final del recorrido debimos pasar por un canal de cieno y agua en el que esta transmisión hizo cruzar al vehículo venturosamente. Fue una prueba recompensadora.

El nuevo Ford Explorer tiene 7.6 pulgadas de clearance o luz —la distancia que media entre el suelo y el piso del carro—, excelente para el castigo a campo traviesa, mientras que los ingenieros decidieron dejar fuera su capacidad de trepar rocas, pues en una indagación sobre el propósito quedó claro que nunca los propietarios de los anteriores Explorer lo manejaron así. Ford hizo su tarea antes de esbozar el primer trazo del vehículo. Preguntó y oyó. Y entonces actuó: Sólo 15% de los viejos propietarios de Ford remolcaron con el carro alguna vez —por eso las sólo 5 mil libras de remolque citadas—, y nada más 17% de ellos protagonizó actividad fuera del asfalto. Los números, en su lugar… Con esta receta Ford no duda que atraerá de nuevo a sus 140 mil clientes del vehículo como —guardando las distancias— el flautista de Hammelin.

Por sumar, desde esta granja pudimos hacer otro recorrido por las carreteras del área, comparando los modos de manejo del Explorer con el del nuevo Jeep Grand Cherokee. Se trata de dos criaturas con expresión de rodaje distinto. Como el flamante Grand Cherokee fue desarrollado sobre la plataforma del ML cuando Mercedes y Chrysler estaba todavía juntas, el Jeep se siente más europeo en su avanzada, más SUV, mientras que el Explorer va más a la americana y se desplaza más como un sedan, obviando la altura, claro. Esta característica es otra carta de triunfo de Ford porque la compañía ha estudiado muy bien la demográfica en la que piensa hacer impacto. Pore so se siente al Explorer al Explorer más como un auto de familia con habla más universal, mas amplia, y por añadidura con una decorosa capacidad off-road como acabamos de ver.

La dirección eléctricamente asistida, carece de ese sentido de vaciedad que a veces se aprecia en otras —¿no será autosugestión porque sabemos de antemano su presencia?— y, un detalle interesante: a pesar de que es ahora un Explorer más grande, se siente como un carro más pequeño y, definitivamente —ojo, que este es otro juicio capital— rueda totalmente diferente a los Explorers anteriores. Este es un vehículo que podría manejarse por horas y horas sin ocasionar desgaste al conductor.

Dentro del vehiculo, para hacer el viaje hacia la finca de los leones y luego de aquí al hotel, no empleamos el tradicional mapa con la ruta, sino que descansamos en el GPS a través del sistema MyFord Touch, que funcionó de maravillas, cosa que hace más agradable no la función del conductor sino la del co-piloto que ya no tiene que estar agónicamente al tanto de los puntos de referencia de la ruta.

Y, como ningún auto es perfecto, me habría gustado que el horizonte del parabrisas hubiese sido un poco mas bajo, aunque no tengo quejas en general de su visibilidad —los pilares A o delanteros no son las patas de elefante tan comunes en los coches de GM—. Igual, el diseño de los paneles interiores de las puertas están muy retirados en sí mismos, muy hacia adentro, son profundos, lo cual incrementa física y sensorialmente la idea de amplitud del vehiculo, pero a la vez genera un feeling de que se está conduciendo una especie de auto con volante central, en el que uno queda como que lejos de la puerta, y creo que eso le resta intimidad a la cabina, pero puede que sea tan solo yo…

Este año se cumplen 21 años del Ford Explorer. En realidad creo que ni Ford mismo pudo imaginar jamás que estaría celebrando tan por lo alto la mayoría de edad del que ya sin dudas es un vehículo antológico en la historia de la compañía.

 

A continuación, el resto de las fotos: