Ford Motor Company va bien, muy bien. Quien lo dude, ahí tiene uno de los más interesantes lanzamientos del 2010, el totalmente rediseñado Taurus y, por si fuera poco, también ha recuperado la más atractiva versión de éste, el Taurus SHO. Probamos ambos vehículos en una ruta especial entre Tennessee y North Carolina, antes de su llegada al mercado...

por PEPE FORTE/Editor del Canal de Autos de iFriedegg.com y conductor del programa radial AUTOMANIA de WQBA Univisión Radio. • Miembro de SAMA.

Todas las fotografías del autor, excepto las identificadas como Ford Motor Co. Posted on June 23/2009

Mi compañero de ruta fue Bill Adam, excelente periodista de automovilismo y corredor profesional de autos. En un punto él y este servidor, temerosos de que lo tomara como una ofensa, le dijimos a uno de los ejecutivos de la compañía que el nuevo Taurus, de magnífico que está, no parecía un Ford. Éste, de buena gana se echó a reír y nos dijo que, por el contrario, lo tomaba como un elogio, y que sabía exactamente lo que queríamos decir...

Ocurre que, lamentablemente, fundada o infundadamente, ha prevalecido en los últimos tiempos en el comprador norteamericano de autos que los vehículos que llevan la etiqueta de Detroit son deficientes y/o incapaces de competir con los japoneses y ahora, para colmo, tampoco con los rivales emergentes, los coreanos.

En el supuesto casi que esto sea así a pie juntillas, con un producto como el Ford Taurus, tal argumento tiene que dar un paso atrás. Por eso el episodio descrito arriba, protagonizado por Adam y este servidor con el ejecutivo de la marca, durante la presentación nacional de los nuevos Ford Taurus y Taurus SHO.

Al evento, que se efectuó entre las ciudades de Knoxville, Tennessee, y Ashville, en North Carolina, acudimos entre el 16 y 17 de junio del 2009. Como suele ser característica en muchos eventos de Ford, justo inmediatamente después de nuestra llegada a Knoxville, comenzamos a manejar el Ford Taurus "regular" hasta arribar después de unas decenas de millas a Ashville, donde nos hospedamos en el distinguido Grand Bohemian Hotel. Al día siguiente, probaríamos el Ford Taurus SHO en una ruta que terminaría en el aeropuerto de Ashville. En un punto a medio camino, pudimos comparar en caliente al SHO con otros rivales del segmento como el Audi A6 y el Chryser 300C. Para feliz coincidencia, las carreteras de esta zona del país son mis predilectas y ofrecen una combinación de curvas y cuestas ideales para probar la conducta de un automóvil, además de ser vías de una gran belleza. La víspera de manejar el SHO se desencadenó un severo frente de tormentas —tornados incluidos—, que a la mañana suguiente nos hicieron conducir bajo plomizos aguaceros, lo que nos vino de perillas para poner a prueba la transmisión AWD del SHO. Además, a trechos nos envolvió la niebla y las nubes bajas en las alturas de las carreteras.

La presentación en general fue una joya. La sala de conferencia, la decoración, la escenografía y los medios audiovisuales para mostrar los dos vehículos fueron espectaculares y de un aliento contemporáneo. Las fotografías que acompañan a este artículo —y que podrán ser consultadas por el lector debajo— son más explícitas que las palabras que se pudiesen emplear para describirla.

Naturalmente, el factor humano de la gente de Ford pesó muchísimo en una impresión más que favorable del encuentro. Todos los ingenieros envueltos en la materialización del vehículo estuvieron siempre solícitos para contestar nuestras curiosidades —y a menudo nuestras impertinencias—. En el lado de PR, como siempre, Tony McCloud y Alvaro Cabal, estuvieron insuperables.

Pero antes de continuar, hagamos primero un repaso por la historia del Ford Taurus.

El Ford Taurus debutó en 1985 con la característica de haber sido el pionero de las formas redondedas en la carrocería, tendencia que inmediatamente los demás fabricantes imitaron y que han durado por unos 20 años. No era la primera vez que Ford establecía un patrón estilístico generacional. En 1959, con el Ford Fairlane de ese año, plantó —aunque tibiamente— lo que luego serían por casi dos décadas los autos cuadrados que tuvieron su punto máximo en los '70.

El Ford Fairlane de 1959, aunque tímidamente, es probablemente el padre de las formas cuadradas en los automóviles, que comenzaron a desarrollarse en los años 60 y tuvieron su máxima expresión en los '70.

En cuanto al Taurus de 1985, si uno lo compara no sólo con los modelos del mismo vehículo a mediados de los '90, sino con los coches de los demás fabricantes, para entonces irrenunciablemente redondos —como el propio Taurus '96 con la ventana trasera ovalada—, tal vez ahora no nos parezca tan redondeado como lo pretendimos ver a mediados de los 80, pero al lado de los demás de la era —recordad el Volvo 740 de la época, por ejemplo— sí que parecía inflado como un zepelín glotón.

KX.

Hace apenas un par de años la compañía eliminó el nombre de Five Hundred y rehabilitó el de Taurus en ese cuerpo. Incluso, el primer crossover de la firma, el Freestyle, fue rebautizado como Taurus X —desaparecido desde este año—, pero ahora como parte de una revolución de diseño y calidad, llegan los totalmente nuevos Taurus y Taurus SHO. Este SHO representa también una resurrección, pues lo que fuera —y ha vuelto a ser de nuevo la versión suprema del Taurus— regresa tras unos años de ausencia. Y todo esto es el resultado del entusiasmo y la euforia triunfalista que se respira en la compañía, merecidas por demás, pues de los tres tenores de Detroit, Ford fue la única compañía que no se quedó afónica... es decir, ni tuvo que pedir dinero, ni se declaró en bancarrota. 

Para los que hemos podido manejar el Taurus de antes y el reciente Five Hundred, si tenemos buena memoria enseguida recordamos que el viejo toro era una cosa y el 500 otra, pero en el nuevo Taurus se advierte la consanguinidad con el Five Hundred... mas, definitivamente, en una nueva generación...

En realidad, este nuevo Taurus fue ensayado en el nuevo Lincoln MKS pero, con todo el respeto de la división de lujo de Ford... me quedo con el Taurus.

El nuevo Taurus "regular" se subdivide en tres modelos: SE; SEL y Limited. El SE comienza en $25,995; el SEL en $27,995, y el Limited, en $31,995. Como es rutina, muchos elementos son comunes a los tres, pero partiendo del básico SE comienzan a agregarse mejoras y amenidades. La pátina común abarca elevalunas, pestillos y retrovisores eléctricos y el acceso remoto sin llave. Luego se añaden más sal y pimienta a la receta: sistema de ignición a través de botón, SYNC (el célebre sistema de sincronización con la parafernalia contemporánea de comunicación y entretenimiento personal) y el sistema exclusivo de Ford de cierre-apertura de las puerta mediante código númerico que elimina el uso de la llave. Según se sube en la escala hacia los modelos SEL y Limited se suman otras especias como radio satelital Sirius, transmisión automática con override manual SelectiveShift con paddles o paletas en el volante, computadora de viaje que hace un pronóstico de radio de acción del auto según existencia de combustible en tanque, climatizador dual automático, sensores de alerta en marcha atrás, retrovisores con atenuador de destellos, luz exterior de cortesía, pedales ajustables eléctricamente, sistema de audio Sony® tipo surround sound, remoto para la puerta del garaje, butacas térmicas, limpiaparabrisas sensibles a la lluvia y etc., etc., etc.

Opcionalmente Ford está estrenando el mismo sistema de alerta de aproximación negligente al auto que va delante de uno y de alarma al punto ciego lateral que anteriormente viésemos en el Volvo S80 (BLIS). El radar delantero que detecta la cercanía del auto que va al frente es exactamente el que se usa en el sofisticado nuevo caza F-22.

El nuevo Ford Taurus impresiona por dentro y por fuera. Es uno de los autos más exquisita y dedicadamente acabados tanto exterior como interiormente de Ford en mucho tiempo. Los plásticos interiores son de nivel y en los puntos donde entran o pueden entrar en contacto con el cuerpo son blandos. Esto ya había sido ensayado en el Ford Flex. Por fuera, ahora en 8 colores —¡5 más que en la edición precedente!— el auto es atlético, con aspecto que denota vigor y a la vez es elegante. Por dentro —y dale con los mismo—... no parece un Ford (con la indulgencia del ejecutivo que ya mencioné encima), pero no sólo eso... no parece un auto del rango de precio que lleva. Incluso el SHO, ¡está por debajo de $40 mil!

La posición de manejo del antojo del conductor puede ser obtenida a través de múltiples ajustes eléctricos, combinados con la altura y cercanía del volante, además del control para la acomodación de los pedales que a lo largo de tantos años Ford ha mantenido. El horizonte de la pizarra sigue siendo un poco alto —tradicional en muchos vehículos de Ford— pero no tanto, y noté un poco menos de ruido del motor dentro, cosa que critiqué muchísimo en el anterior Five Hundred, pero me pareció que este vehículo es más insonorizado que los demás. ¿Sugestión? Podría ser. Habría que chequear los números...

Las butacas son bulky, pero muy cómodas . En el caso del SHO viene en dos vestiduras, totalmente negro y una combinación de éste con el mismo marrón —al memos así me pareció— del interior de la camioneta King Ranch, de superficie calada por demás (en realidad es suede, una especie de gamuza). El interior es, sin duda, un 5 estrellas.

Los dos Taurus tienen la misma cilindrada: 3.5 litros, ambos V-6, pero, ¡oh, oh!, que son distintos. La serie regular del Taurus lleva el Duratec, que combina durabilidad con eficiencia. Genera 263Hp y 249Lb x pie de torsión. Este es el motor premium de Ford a bordo de muchos vehículos de "volumen", como el Edge y el Flex. Empero, el del Taurus SHO es la estrella del momento, el 3.5L EcoBoost, un V-6 de doble turbocargador de gasolina de inyección directa, que entrega una fuerza típica de un V-8, esto es 365hp y 350Lb x pie de torque, pero con el rendimiento de un V-6. Se trata del primer motor de su tipo en Norteamérica, con 102 caballos más que el Duratec. Los dos motores conectan con transmisión automática de 6 velocidades.

Cualquier de los Taurus "regulares" representan una delicia conducirlos. Aceleran bien, tienen una suspensión que hace feliz a un familia y además la protegen gracias a su prolijo inventario de aspectos de seguridad. Todos los Taurus están equipados con Control Electrónico de Estabilidad, Control de Tracción, frenos ABS, sistema de bolsas de aire avanzado, y el SOS automático post-accidente entre otros componentes. Pero Ford se las ha gastado todas en electrónica avanzada de entretenimiento y funcionalidad. Además del sistema BLIS que ya mencionamos —que también alerta de vehículos en aproximación cuando uno está dando marcha atrás desde un estacionamiento conglomerado como por ejemplo, en un supermercado—, la compañía ha agregado, por ejemplo, el Multi-Contour System que cambia continuamente el perfil del asiento tanto en la espalda como en la sección horizontal, lo cual no sólo es muy placentero porque funciona como un masaje, sino que ayuda a mantener alerta al conductor en caso de que lo acometa la fatiga o el sueño. Además, el sistema My Key, que se basa en una llave de ignición avanzada cumple una multiplicidad de funciones, entre ellas limitar la velocidad del vehículo y el volumen del audio, lo que lo hace una herramienta ideal para proteger el modo de conducción de los hijos jóvenes, que no pueden alterar esas restricciones porque desconocen el código inducido por los padres.

Pero hablemos del SHO: Otra criatura totalmente diferente.

El SHO —que significa Super High Output— está equipado con el potente motor EcoBoost que, de entrada, hace las cosas diferentes con sus más de 300hp. Por otro lado, la suspensión lo convierte en un vehículo "con el entusiasta en mente", como revelara a este periodista en entrevista radial previa a través de AUTOMANIA de WQBA 1140 AM de Univision Radio, Crissy Rodríguez, la ingeniera que diseñó ad hoc esa parte del vehículo. Se trata de una suspensión más rígida y deportivamente tonificada que cambia la conducta de desplazamiento del automóvil, comparado con los otros Taurus. En el SHO se nota enseguida las manías de un vehículo de más performance que le permite a uno estar más en contacto con los accidentes del terreno, de los que se hace eco inmediatamente, y lo transmite a la dirección. El SHO, cuyo regreso aplaudimos, ahora es más SHO que nunca y representa la opción ideal para quienes querrían llevarse en un solo paquete lo que ofrece el Taurus Limited, pero con ingredientes deportivos que incluye además rims de 20 pulgadas.

No sería honesto decir que esta es la primera gran sorpresa de Ford en mucho tiempo, porque ahí están vehículos de reciente, o relativamente reciente lanzamiento, como el Fusion, el Flex o la nueva F-150, que lo llenan a uno de pies  cabeza. Pero sin duda hay que decir que el Taurus 2010 es un auto que marcará, de seguro, un antes y un después en la compañía del óvalo azul.