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Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com • Miembro de SAMA • Conductor de AUTOMANIA de WQBA 1140 AM Univision Radio •

Posted on June 20/2010 • Reviewed on air live! on AUTOMANIA RADIO SHOW
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No es la primera vez que manejamos el 3. Y sin ser la fabulosa versión Speed —nuestro preferido—, siempre que lo probamos... ¡lo redescubrimos!
Uno de los autitos —y digo autito con todo el cariño del mundo— más agradables a que se pueda aspirar es el Mazda 3 Hatchback o de 5 puertas, que para este año ha recibido lo que llamo el rostro sonriente. Me refiero al grill o parrilla delantera, enooooorme, a modo de sonrisa, que la firma ha venido aplicando paulatinamente a muchos de sus modelos recientes —aunque el estelar Mazda 6 se quedó fuera de esa expresión sardónica—, y que es el elemento capital para identificar al auto al vuelo en la calle.

El Mazda3 en versión hatchback es mi preferido por sobre el sedan, aunque para gustos se han hecho colores y, para escoger… los Mazdas, ¿o no? Creo que el dibujo general del Mazda3 de 5 puertas no sólo es más hermoso, sino que que es más coherente, más fluido. Amén de que soy un defensor de lo que llamo un auto que “se abre por detrás”. Esta clase de vehículo es mas versátil para el tipo de vida hectic que llevamos hoy. Por ejemplo, viviendo en Miami, Florida, el fin de semana en que tuve el 3, decidimos ir a la playa, lo que significa poner en el carro una verdadera mudanza protagonozada por una nevera, sombrillas, sillas, la mesa pleglable, el dolly para la arena, el estéreo para la música... El tercio trasero del Mazda3 no es exactamente cavernoso, pero me cupo casi todo, excepto una sombrilla de playa grande, de dos secciones, que rebasaba el ancho del vehículo y que por ende tuve que acomodarla verticalmente en la segunda fila de asientos —Hmmm... what about los palos de golf?—. En realidad, para poder explotar a fondo ese espacio como lo hice, hube de remover la tapa rígida que hace de cargo cover para emplear toda la altura del compartimento —lo que además se hace muy fácilmente—.

¡Vamos a la playa! El tercio trasero de carga del Mazda3 toleró perfectamente nuestra mudanza para el baño de mar una calurosa tarde de junio en Miami, Florida.

El styling del actual 3 ha sido refinado. Visto de lado, el perfil otorga al coche un aspecto más dinámico, y la parte trasera también luce más deportiva, gracias sobre todo al bumper, más escultural.

El Mazda 3 se maneja fluidamente y se le siente potente. Coincidentemente estuve probando esta misma semana otro coche de la categoría y la verdad es que el 3 se lo lleva en blanco.

Ahora ya no viene más en 2.3 litros, sino con un 4 cilindros de 2.5 acoplado a transmisión manual de 6 velocidades, que hacen un conjunto perfecto. Y eso que este no es el Speed3, que es una edición más deportiva y notablemente superior en performance.

El nuevo 2.5 ha aportado 11 hp sobre la planta precedente para un total de 167 y 168lb x pie de torsión —una combinación ideal entre torque y potencia—, pero lamentablemente el coche ha engordado 90 libras más. Bueno, ¿lamentablemente? En realidad el coche no se siente forzado en sus desplazamiento...

El estimado de la EPA indica que este motor tiene una eficiencia de 21mpg en la ciudad y 29 en la carretera.

El interior es agradable. Desde dentro, el auto tiene buena visibilidad y hay que admitir que para ser un coche económico dispone de un acabado asombroso, con buenos materiales y relojes bellos. Hay modificación estética en la pizarra ahora, antes la consola central era vertical mientras que el presente es inclinada, no sólo para una forma más hermosa sino más funcional y que crea una sensación de intimidad casi doméstica. Pero continúa con el botón central en la consola que sigo confundiendo con el volumen de la radio y que no lo es, y que por años he criticado. Para colmo, ¡ahora es más grande! Pero es cuestión de acostumbrarse si uno es el dueño del auto, no mi persona que anda de picaflor, enamorado de auto en auto cada semana. Y también me pareció que ahora hay menos protagonismo de la iluminación en rojo de la pizarra comparada con el modelo precedente.

El Mazda3 —para qué lo voy a negar— es uno de mis autos favoritos, de esos que considero seriamente comprar y que cada vez que lo tengo de prueba y vienen luego a recogerlo sufro al devolver. Y ahora que hablamos de comprar… el precio de mi unidad de pruebas —el modelo específico era el Grand Touring— era de $24,245 dólares, que me pareció un poco alto aunque, a nivel personal, este es un coche que me satisface tanto que la pura verdad es que no andaría con miramientos con el dinero. El precio básico es de $22 mil, pero llega a los 24 y tantos citados gracias al equipamiento opcional, integrado según especifica el Monroone por el cargo mat; rear bumper step plate; moonroof y the Bose package with 10 speakers and Surround Sound MP3 compatible & 6 CD changer.

Finalmente, para los puristas interesados en el pedigree del auto: es 95% japonés, ensamblado en la planta de Houfu en Japón. Tanto el motor como la transmisión, son hechos allá.