CHRYSLER NORSEMAN
El conceptual que se hundió con el Andrea Doria
 
por Pepe Forte/editor del Canal de Viajes de iFriedegg.com
y conductor de AUTOMANIA, programa radial dominical
de Automovilismo por WQBA 1140 AM,
y EL ATICO DE PEPE por WAQI 710 AM
ambas emisoras de UNIVISIÓN RADIO.
 

Así como el Titanic se llevó al fondo del mar un carro —un coche marca Renault—, junto con el Andrea Doria, que naufragó el 26 de julio de 1956 casi frente a las puertas de Nueva York tras chocar la víspera con el crucero Estocolmo, se hundió un vehículo muy, muy especial: el Chrysler Norseman.

El Chrysler Norseman fue un auto experimental o X, como se le llamaba entonces a tales ensayos —hoy habría sido definido como un “conceptual”— fabricado en 1956. Era un cupé de 4 asientos.

Aunque diseñado por los estilistas de Chrysler Corporation, la automotriz contrató a la constructora italiana de autos Ghia, que tenía una gran experiencia en la fabricación de vehículos de bajo volumen de producción y experimentales. Anteriormente, Ghia había materializado el Lincoln Futura. El vehículo fue creación de los talentosos diseñadores Deo Lewton y Bill Brownlie.

Chrysler quería no una maqueta, sino un vehículo real, con motor, transmisión y suspensión y todo. En fin, terminado, manejable…

El motor —¿adivina?— era un un V-8 Hemi de 5.4 litros que generaba 235HP, acoplado a transmisión automática que se operaba por botones en la consola. Sin embargo, lo mas difícil de ejecutar para Ghia no fue la parte mecánica sino el techo sin columnas o pilares, que se apoyaba sólo en la parte trasera y en el borde superior del parabrisas delantero. A la vez, se trataba de un sunroof eléctrico, lo que complicó más aún su solución.

Tras casi año y medio de construcción y una inversión de Chrysler de $150 mil dólares, el coche estuvo listo el 17 de julio de 1956 para ser embarcado en un huacal de madera en el siguiente viaje del Doria. El vehículo se iba a exhibir en el Auto Show de Detroit en 1957 pero, a bordo del Andrea Doria, cuando éste se hundió, se malogró.

Chrysler perdió interés en retomar el proyecto.

De todos modos, la firma italiana ganó notoriedad con la ejecución del modelo Karmann-Ghia de Volkswagen, gloria que todavía dura.

El Andrea Doria tenía espacio en sus bodegas para 50 autos, y entre los que se perdieron al hundirse estaba un Rolls Royce.