Para el 2009 el Land Rover Range Rover no trae cambios correspondientes a una nueva edición o vehículo rediseñado, porque no lo es, aunque incorpora novedades. Mas, poniéndolo en retrospectiva, el cambio no parece ser una palabra y mucho menos un concepto que le vaya bien a este vehículo que, en realidad, ha cambiado poco en lo que a diseño respecta desde que fuese introducido en 1970. En cuanto a esa casi perpetuidad peculiar de estilo que le caracteriza, con el otro único auto que acaso la comparta es con el VW Beetle. Basta mirar una fotografía del primer Range Rover, o de uno de hace 30 años para descubrir que a través de décadas mantiene lo más auténtico de su forma y espíritu. Y hay que agregar que siempre fue un auto de lujo, apreciado y admirado como tal y además, un genuino todo terreno.

Pero Estados Unidos no puede recordar la historia desde el principio porque aunque casi partiendo del primer momento algunos Range Rovers rodaron aquí y llegaron al país a través de gestiones personales de prospectos privados, el auto no fue vendido oficialmente en Norteamérica hasta 1987.

La primera edición, que corrió entre 1970 y 1995, tenía un motor derivado de Buick, un V8 de 3.5 litros y 135hp. Con los años, esta planta de fuerza se fue modificando, hasta los 4.4 litros de la versión 2009 que probamos ahora.

El Range Rover viene en dos modelos, el HSE  y el Sport. Probamos la HSE, que desarrolla 305hp, que no es una  gran potencia para una cilindrada de casi 4 litros y medio; para eso hay que moverse a la versión Turbocharged que, aunque cuenta con un motor más pequeño —4.2 litros—, genera sin embargo 400 equinos. Pero hay una sola transmisión para todos los cortes: Automática de 6 velocidades.

El Range Rover emplea una construcción integral unicasco (lo contrario de carrocería sobre chasis) y esto hace al vehículo más seguro. Y ya que hablamos de este asunto, los integrantes regulares del sistema de seguridad incluyen nueve bolsas de aire, frenos antibloqueo en las cuatro ruedas con asistencia electrónica, control electrónico de estabilidad y tracción, monitoreo de presión de aire en los neumáticos, y sensores de asistencia de estacionamiento para cercanía de objetos delante y detrás.

El Range Rover es ensamblado en la planta de Solihull en el Reino Unido y tiene 68% de componentes ingleses y 19 alemanes.

Lo interesante del Range Rover es que aunque en los últimos años por fuera parecen iguales, muy dentro, es decir, en lo motriz, van cambiando según lo distintos dueños que ha tenido a lo largo de sus casi 40 años de existencia. Los motores, las transmisiones, y otros componentes capitales del módulo de movimiento van haciendo de cada generación según fabricante, un animal distinto cada vez. Aunque su esencia y presencia tienen su origen y vigencia en Inglaterra, Land Rover ha tenido varios propietarios. Su casa matriz fue British Leyland, bajo cuya etiqueta prevaleció hasta 1986 cuando se fundó el Rover Group. Dos años mas tarde pasó a British Aerospace; en 1994 entró a la sombra de BMW, y desde el 2000 estuvo bajo la tutela de Ford que, el año pasado, lo vendió a Tata Motors de la India.

Estos cambios de mano sí han propiciado cambios internos aunque la caja exterior —por lo menos a ojos vista— permanece casi inmutable.

Por ejemplo, en materia de esos cambios, el sistema GPS era basado en un CD hasta el 2005. En el 2006 se le agregó la cámara para la marcha atrás con pantalla en el centro de la consola —por cierto una de las de más pobre calidad de imagen que he visto en los últimos tiempos y que espero que la compañía mejore próximamente—.

Los cambios más significativos para el 2007 consistieron en un pequeño refrescamiento interno que contempla guantera doble,  nuevos portavasos, y una distribución de botonería más intuitiva. Ese fue también el año que debutó el sofisticado sistema de rodaje, el freno de emergencia electrónico y un diferencial trasero mejorado, y se le agregaron bolsas de aire para las rodillas del conductor.

Esta generación data del 2003. Y desde entonces y hasta el 2005, tenia el motor de 4.4 litros de BMW, que desarrollaba 282hp, y que fue sustituido por la planta de Ford cuando la compañía lo acogió bajo su ala, manteniendo la misma cilindrada que exhibe hoy. Este es el motor V-8 que está en el par de Jaguars que lo llevan.

No es un motor económico: hace 12mpg en la ciudad y 18 en la autopista. Pero este es un vehículo cuya pobre eficiencia no es preocupación para su demográfica.

Y claro que la transmisión y la suspensión, más que el motor, son quienes hacen del Range Rover un verdadero SUV.

La transmisión es una permanente 4X4 con marchas de rango bajo. Tiene 11 pulgadas de luz o clearance (la distancia que media entre el suelo y chasis) y está dotado del magnífico sistema Terrain Response, que le permite al conductor 'personalizar' el rodaje del vehículo para una variedad de superficies y condiciones de manejo, a través de la fácil manipulación de un botón rotatorio de gran tamañoy dos de presión.

Estas combinaciones se producen al intercalar la potencia del motor, la suspensión y los controles de estabilidad y tracción que hacen que no haya ruta imposible para el Range Rover.

En la imagen debajo, la pantalla muestra la selección de suspensión y rodaje para Grama-Gravilla-Nieve.

Las opciones del sistema de rodaje son: General; Mud/Ruts (Cieno); Grass/Gravel/Snow (Grama/Gravilla/Nieve); Sand (Arena), y Rock Crawl (Rocas). La altura del vehículo es ajustable mediante un botón. El Range Rover también cuenta con un sistema de descenso asistido, y es un vehículo que tolera cruzar un nivel de agua de casi 30 pulgadas, y escoras muy agudas que provocan la inquietante sensación que tal parece que el vehículo se va a volcar o a despeñar.

La transmisión tiene override manual, y es estándar en cualquiera de los dos motores.

El equipamiento normal del HSE incluye sunroof, aros de aleación de 19 pulgadas, lámparas de bi-xenón, asientos térmicos, radio satelital, conexión inalámbrica BlueTooth y sistema de navegación (GPS). Se pueden agregar opcionalmente componentes del Supercharged tales como llantas de 20 pulgadas, sistema de iluminación frontal adaptable, butacas delanteras refrigeradas, y acentos particulares de decoración.

¿Qué hay de nuevo? Pues el paquete llamado "Autobiografía" que debutó en el Supercharged, que dispone de rims de 20 pulgadas, piel y acentos en madera extendidos, climatizador automático de cuatro zonas y sistema de entretenimiento para la bancada trasera.

El Range Rover tiene capacidad para cinco pasajeros cómodamente sentados.

La cabina interior es la típica mezcla de Land Rover, de elementos tradicionales con elementos modernos. Hay grandes bloques de madera muy notables en la consola, con una buena dosis de piel. Es una de las mejores que le he visto al auto últimamente.

Me disgustan los botones de la bocina en el volante, muy próximos y a la misma altura de otros controles ubicados allí. La bocina no se puede tocar con la palma de la mano, sino con los pulgares. De hacerlo con la palma de la mano oprimiríamos por igual aquellos otros botones para operaciones distintas que referimos.

El volante tiene calefacción. Los relojes parecen diseñados por Tissot. ¡Bravo!

La manija de las puertas delanteras ubicadas en el panel interior de éstas es más grande y de más fácil agarre que antes.

El área de carga es enorme. La puerta trasera está dividida en dos secciones horizontales. Para acceder al espacio de carga hay que abrir primero la sección superior que incluye el cristal y que se eleva a la presión de un botón ubicado en la bóveda para la placa-matrícula del vehículo. Si uno está apurado puede colocar allí las compras del supermercado a través de la apertura primaria que permite la liberación de la sección superior de esta puerta sin tener que abatir la sección más baja. Esto tiene la ventaja de que los artículos colocados allí mediante esta variante están a salvo de venirse al piso, como ocurre con los SUV en que esta puerta trasera se abre toda. Pero al abatir esta sección baja que se abre hacia uno, se crea una superficie extra que aunque sirve como una especie de plataforma extra muy conveniente si vamos a empujar dentro un objeto voluminoso y por demás pesado, por otro lado tiene la inconveniencia de que impide llegar al extremo interior del compartimiento de carga.

Uno se acostumbra enseguida al Range Rover. Su amplio espectro de posiciones del asiento del conductor y sus butacas bien cortadas, facilitan hacer de su manejo una costumbre. Acelera bien y aunque es un vehículo alto que tiene sus limitaciones en cortes agudos a velocidad, se siente estable, con un ángulo de giro razonable.

La visibilidad es buena. El asiento se eleva considerablemente y así quien está al volante del vehículo ve cómodamente a través del parabrisas el capó y el morro del auto. El Range Rover no es un vehículo protuberante hacia adelante; es el tipo de carro que uno sabe dónde termina y eso siempre es una bendición a la hora de estacionar.

El HSE trae un precio básico de $77,675, mientras que el Supercharge trepa a $93,325. Mi unidad de pruebas costaba exactamente $85,875.

En este momento el programa de lease del Range Rover ofrece un arrendamiento por $799.00 mensuales por 36 meses con $1499 de entrada.

Pepe Forte, editor de esta página web, conduce semanalmente un programa acerca de la industria y el mercado del automóvil, cada domingo a la 12:00m hora local de Miami, Florida, a través de WQBA 1140 AM, una emisora de Radio Cadena Univisión.