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El CC es uno de los productos más atractivos de VOLKSWAGEN desde el PHAETON

por PEPE FORTE/editor de iFriedegg y conductor de AUTOMANIA en WQBA 1140 AM Univision Radio. Miembro de SAMA.

Todas las fotos, del autor.

Aunque hoy existe una nomenclatura automovilística que define con más o menos tolerancia cada tipo de auto, durante mucho tiempo los cupés fueron sólo de 2 puertas... pero hoy pueden ser también de cuatro. La guerra de los portazos a cuatro manos se ha desatado entre Volkswagen y Mercedes-Benz...

Mucho antes de que lo pudiera saber o siquiera imaginar, la palabra coupé, que viene del verbo francés couper (que significa “cortar”) ya se aplicaba a los autos deportivos. La clasificación tiene su origen en los carruajes tirados por caballos. El coupé era un coche abreviado —"cortado"—, y cuando nace el mundo del automóvil, la palabra salta a éste para identificar a los carros de dos puertas...

Bueno, esto era antes... porque desde hace un tiempo hemos comenzado a escuchar "cupé de cuatro puertas" —¿cuatro puertas no es sedan?—, y de esta nueva especie el más sonado de todos es el bello Mecedes-Benz CLS... al que ahora Volkswagen le ha enfilado los cañones con el flamante CC.


El CLS de los pobres...
El Volkswagen CC luxury del 2009 es un auto nuevo y bello, bello de verdad. Y no dicen mal, con cierta ironía que es el CLS de los pobres. Mi unidad de pruebas tenía un precio de $36 mil dólares —casi la mitad del Mercy— y la verdad es que en estilo y distinción regala tantas satisfacciones como aquél, al tiempo que permite un uso más holgado de a billetera. No puede ser un secreto que el CC desde su propio nivel pretenda rivalizar con el CLS, porque para ello ahí está su perfil bajo, su silueta alargada, una agudísima inclinación del parabrisas y esas ventanillas pequeña s que hacen pensar a uno quedaría atascado allí si intentase salir desesperadamente través de ellas en el afán de escapar de una feroz diatriba de la suegra sentada en el asiento trasero, un deja-vu del Mercury de 1951, que con su perfil bajo tenía unas ventanas muy angostas verticalmente.

Las puertas carecen de marco para el cristal, que queda pues "montado al aire", lo cual no sólo es de gran belleza, sino que acentúa su espíritu de coupé.

El CC está montado sobre la plataforma del Passat —la misma distancia entre ejes, 106.7 pulgadas—, pero la carrocería es más grande –aunque no por mucho— que éste. Es 1.2 pulgadas más largo, 2.2 más bajo y 1.3 más ancho... pero esto, y las proporciones del vehículo, hacen que se vea muuuuucho más largo. Y estilizado.

Mas hay otras diferencias sobre el Passat regular que hace al CC distinto: Tiene puertas, asientos y panelería diferente. Según VW, el CC comparte 55% del total del sedan original —el Passat "normal" sí es un sedan...—.

Fiel cupé...

Fiel al concepto de cupé (y justamente lo que CC significa es Concept Coupe), el CC tiene sólo dos asientos en la bancada trasera, no tres. Entre estos dos asientos se ubica un pequeño compartimiento y dos portavasos que se ocultan con una tapa deslizante. Y también se puede desplegar sobre ella un amplio brazo abatible que se alberga en la espalda del asiento trasero. Pero si en algo se aparta el CC del más genuino aliento del cupé es en el espacio para las piernas. La butaca delantera del conductor, desplazable eléctricamente, corre hacia atrás muchísimo, de manera que permite ponerse al volante con toda comodidad a los llamados six footers, es decir, personas que miden 6 pies o más de estatura, y aún así no comprime las piernas del ocupante trasero. Pero, ¡oh!, lo que sobra para las piernas, falta para la cabeza: Dusty Springfield la cantante inglesa de los años 60 no habría podido conducir el CC con los peinados altos de aquella época, ni este periodista, que gusta de lo sombreros de cowboy —que por cierto, no le van nada bien al CC— pudo usar uno en la prueba a este VW. En realidad, si no fuese porque el auto es cautivadoramente bello y de asientos muy cómodos, sería imposible ignorar el hecho de que el CC dentro es un poco opresivo y que, como el Mercedes CLS, se le percibe pequeño interiormente. Esta sensación es acentuada por la  ya compresión de las ventanillas y del cristal trasero.

Me gusta más el 2.0 que el 3.6

La impresión de manejo del CC es en lo que a aceleración respecta semejante a la del "otro" Passat, y esto se debe a que ambos vehículos, aunque difieren en ropaje, muy dentro disponen de los mismos módulos motrices. Sí, en plural: Hay dos motorizaciones para el CC. Una, el motor de 4 cilindros en línea de 2.0 litros, turbocargado, que hace 200hp, y un V-6, de 3.6 y 280. Cada quien, que tome su decisión... yo, adoro el 2.0, que no sólo es mi motor favorito de VW, sino uno de mis motores predilectos de la industria en general. Esta planta VW la ha puesto a bordo de muchos de sus vehículos —¡el GTi!—, y aunque es menos potente que el V-6/3.8 —que, por su peso le da un diferente cariz de desplazamiento al vehículo—, no la cambio por ninguna otra dentro de la compañía —y en Audi también—. Fabricado en Hungría, es un motor con una disposición increíble que se siente como un V-6. En lo que el V-6 sí aventaja al L-4 es en que puede ser acoplado a la transmisión All Wheel Drive 4MOTION. La transmisión automática —por cierto, japonesa—, es de 6 velocidades. El conductor puede alterar los cambios a voluntad a través del sistema Triptronic.

El motor de 2.0 hace 19mpg en la ciudad y 29 en la autopista.

Y ya que el powertrain es "ajeno", hay que revelar que 75% del CC —atendiendo al origen de sus componentes— es germánico. El punto final de ensamblaje del vehículo tiene lugar en la planta de Emden, en Alemania.

En la cabina, nos hallamos con butacas magníficamente bien cortadas, ergonómicas, que le abrazan a uno aún en los asientos traseros, y que son toda una provocación a correr y a tomar curvas apretadas sin levantar el pie del acelerador con el entusiasmo de un chiquillo  que comienza a manejar. El CC tiene madera para esto, y más de un componente útil para esta actividad, como la dirección electromecánica que se va reajustando a sí misma en conducta, según la velocidad del vehículo.

Pero aunque el interior me complació, esperaba hallar algo más en común con la distinción exterior del auto. Quizás, un poco del ambiente de Audi dentro, que este auto merece. Mas, por supuesto, esto hubiese elevado su precio. Un elemento primordial de la pizarra, una lámina tipo aluminio que va de lado a lado de ésta y está inclinada hacia arriba, llegó a producir un reflejo incómodo en el parabrisas alrededor de las horas del mediodía en una despejada semana pre-estival en Miami. Pero los relojes son de fácil lectura y el agarre de la palanca de la transmisión, así como la manija interior de la puerta y los botones para accionar las cuatro ventanillas, los pestillos y los retrovisores laterales ubicado en el panel del lado del conductor, son francamente maravillosos y hacen un matrimonio perfecto con la mano.

El sonido es responsabilidad del magnífico Dynaudio.

Muy tecnológico...

Acaso el dinero que debió invertirse en la consola de instrumentos fue usado en tecnología del tercer milenio. El CC es el primer auto del mundo con un sistema activo de derivación de senda. Fue Infiniti la marca que estrenó un sofisticado sistema de alerta para cuando el conductor comienza a zigzaguear o a moverse inadecuadamente a una de las dos sendas que le flanquean. Cuando esto ocurre, el sistema le avisa al conductor. En el CC, ese sistema no sólo indica al conductor de esta deriva indeseada, sino que corrige el rumbo y reintegra el vehículo a la debida senda. Por otra parte, el Dynamic Drive Control acomoda automática la suspensión según el tipo de manejo y también lo hace como ya advertimos arriba con la dirección, lo que va desde una conducta más "tiesa" tipo manejo europeo a una más suave, de menor esfuerzo en la manipulación del volante según la velocidad.

Posee limpiaparabrisas sensibles a la lluvia, cruise control con guía de radar y sistema de sensores para auxiliar al conductor en estacionamiento, que lrevela en la pantalla de la consola cuán cerca está de elementos que pueda golpear.

Como en un principio el auto fue identificado por la propia compañía matriz como PASSAT CC, todavía hoy incluso algunos colegas le llaman erróneamente así, pero en un punto la firma decidió eliminar lo de Passat y dejarlo sólo con CC, para no confundir al Passat "original" con éste. Es un cambio que nos parece justo, razonable e inteligente para el mercado. Aunque ambos vehículos —el Passat y el CC— llevan el mismo ADN, se trata de coches distintos...

¿Quiere un resumen del verdadero espíritu del CC? Es un auto definitiva e indiscutiblemente bello, con una clase que está, en apariencia, muy por encima de su sticker price. Es muy alemán, es un genuino VW y reinterpreta muy bien el concepto de cupé de 4 puertas al modo que lo asume el M-B CLS, del que es, seriamente, un verdadero rival. El CC es, junto con el Eos, uno de los productos más atractivos de Volkswagen desde el malogrado Phaeton hasta la fecha.

 

¿Quiere ver más fotos del CC? Pues, a continuación...

El programa radial AUTOMANIA, acerca de la industria y el mercado del automóvil, se transmite cada domingo de 12:00pm a 1:00pm ET, por la WQBA 1140 de Miami, Florida, una emisora de Radiocadena Univisión.