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Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA
que se transmite cada domingo de 12:00pm a 1:00pm ET
por WQBA 1140 AM,
y de EL ATICO DE PEPE, de lunes a viernes de 5:00pm a 6:00pm ET,
por WAQI 710 AM,
en Miami, Florida, ambas emisoras de UNIVISION AMERICA

Dec.12/2012
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El mes de diciembre, curiosamente, contempla el natalicio de cuatro músicos populares en torno a los cuales hay una historia interesante, ya respecto de sí mismos, de la banda que integraron o de una canción que escribieron y/o interpretaron. Estos tres músicos en orden cronológico según el día del mes, son Mickey Thomas, que nació el 3 de diciembre; Andy Kim, el 6, y Harry Chapin, el 7, y David Gates el 11.

Comencemos por Mickey Thomas.

Mickey Thomas, cuyo nombre completo es John Michael Thomas, nació el 3 de diciembre de 1949 en la ciudad de Cairo en el condado de Grady en el estado sureño de Georgia en los EEUU.

Una gran voz sin duda, capaz de registros altos, sin embargo tiene partidarios y detractores, éstos últimos acaso con la razón de su lado cuando esgrimen como argumento para criticarlo, a su papel en Starship.

No todo el mundo sabe que uno de los más importantes hits de 1976 lo canta él, porque el nombre de la agrupación de la que por entonces era solista opacó el suyo. La voz que se escucha en Fooled Around and Fell in Love, de la banda de Elvin Bishop, es la de Mickey, sólo que la canción quedó registrada y se presentaba en la radio como Fooled Around and Fell in Love by (por) Elvin Bishop.

Mickey se unió al grupo en 1974 y llegó a ser su voz principal. La canción alcanzó como máximo el No. 3 en mayo de 1976, y es una de las de la agrupación que Bishop decidió no cantarla él porque consideraba su voz muy grave para su tono y por eso le pidió a Mickey que la grabara en su lugar.

Pero la popularidad de Thomas florece en los 80 cuando le piden que venga a Jefferson Starship.

Jefferson Starship es el nombre que adoptó tras ciertos cambios en el line up de sus integrantes una de las bandas más influyentes de la historia del rock and roll, Jefferson Airplane. Jefferson Airplane fue fundada en 1965 en San Francisco y contaba entre sus voces principales a la bella Grace Slick y a Marty Balin.

J.A. participó en el antológico festival de Woodstock y dejó en su estela hits tan memorables de la era sicodélica como Someboody to Love y White Rabbit, en la cultura hippie de la droga.

Cuando ya en los años 70 cambia de nombre a Jefferson Starship, la voz de Marty Balin viene más al primer plano y de esa etapa —trascendente también— quedaron éxitos como Miracles; With Your Love, y Runaway.

Cuando Slick y Balin abandonan Jefferson Starship, Mickey Thomas sube a bordo de la banda en 1979 y con el nombre abreviado de Starship se inicia una nueva sonoridad de la agrupación, que se desviste del rancio sonido del genuino rock para adoptar las dulzonas armonías pop, una inmersión en las baladas, y la permuta —es un signo de los 80— de las guitarras por los teclados.

A mediados de esa década, Starship, con Thomas como su frontman, lanza el disco Nuclear Furniture, que incluyó el hit No Way Out, empalagosamente saturado de teclados y que selló el futuro inmediato de la banda hacia un nuevo sabor que puso a sus seguidores históricos a echar humo por las orejas. Al año siguiente, 1985, disparan Knee Deep in The Hoopla, que alcanza dos No. 1, Sara, y We Built This City (on Rock and Roll).

Sara es una balada tolerable. We build… escrita por Martin Page y con letra de Bernie Taupin —la eterna media naranja artística de Elton John— sin embargo, es una de las peores canciones (nariz a nariz con The Final Countdown, de Europe) de la historia del rock.

Pero en 1987 Starship se vuelve viral con No Protection, el CD que incluyó Nothin's Gonna Stop Us Now. Nothin's Gonna Stop Us Now, escrita por Albert Hammond y Diane Warren, fue el tema de la película Mannequin, (Maniquí) una comedia romántica que cuenta con la actuación de la bella actriz inglesa Kim Catrall (Liverpool, 21 de agosto de 1956)...

...que participó junto a Jack Lemmon en la cinta Tribute, de 1980 y que hoy encarna uno de los papeles principales en Sex and the City, junto a Kristin Davis, Cynthia Nixon, y Sarah Jessica Parker.

El filme se estrenó el 13 de febrero de 1987.

La canción fue grabada en noviembre de 1986, y lanzada el 1ro de enero de 1987, más o menos un mes uy medio antes del estreno de Maniquí. El 4 de abril de 1987 trepó al No. 1 en el American Top 40 y permaneció allí por 2 semanas consecutivas. Fue nominada como Best Original Song en los Oscars entregados en 1988, pero perdió el trofeo, que se lo llevó el tema de Dirty Dancing, (I’ve Had) The Time of my Life, interpretada por el dúo ocasional de Bill Medley y Jennifer Warnes (la Warnes tuvo así una especie de resurrección después de su éxito It’s the Right Time of the Night, de 1977, que probablemente todo el mundo había ya olvidado; Dirty Dancing es la película que catapultó a la fama a Patrick Swayze).

En una entrevista de radio años después, Albert Hammond (18 de mayo de 1944), autor e intérprete del hit de 1972 It Never Rains in Southern California, dijo que Nothin’s… (cuyo título traducido al español es Nada nos Detendrá Ahora), tiene que ver con el agónico divorcio de 7 años de sus primera esposa que, una vez ejecutado, le abrió las puertas para que nada impidiera casarse con la novia con que había estado viviendo todo ese tiempo.

Dianne Warren, quien también firmó la pieza, habría escrito otros hits para otras estrellas… Solitaire, de 1983, para la prematuramente malograda Laura Branigan (Warren después escribió Rhythm of the Night para L-DeBarge, en 1985; I Don't Want to Miss a Thing, el tema musical principal del filme Armageddon, de 1998, interpretado por Aerosmith; Because You Loved Me, para Celine Dionne, y Un-break my Heart para Toni Braxton.

Nothing's Gonna Stop Us Now es cantada a dúo entre Mickey Thomas y Grace Slick, lo que la hizo a ella entonces la artista femenina de más edad con un single No. 1 en los EEUU (el mérito luego fue rebasado en 1999 por Cher con Believe). Ahí otra vez los más furibundos fanáticos del viejo Jefferson Airplane criticaron con saña a la Slick, que pisoteaba su pasado de gloria con una vulgar snappy tune. Grace, que se veía aún bella a sus casi 50 años, quedó disgustada y prometió que no volvería a los escenarios arguyendo que nada hay más patético que una estrella del rock vieja..

Mas el caso fue que Nothin’s Gonna Stop Us Now —y toda la obra de Starship—, más allá de toda cursilería, fue más lucrativa que lo que pudo aspirar a serlo el digno rosario de éxitos de Jefferson Airplane.

Andy Kim…

Andy Kim es otro que decora con una curiosidad —o dos— el diciembre del rock and roll.

Por asuntos de registro, todavía no se sabe si Andy Kim nació en 1945 o en 1946; la fecha más común es la del 5 de diciembre de 1946. Canadiense, mas de padres libaneses —como Paul Anka, y por eso ambos son tan morenos; y Casey Kasem ídem—, el cantante, cuyo nombre real es Andrew Youakim pero que acortó artísticamente a Andy Kim, tuvo un No. 1 hit en 1974, Rock Me Gently.

Rock Me Gently fue lanzado el 22 de junio de 1974, y le tomó 14 semanas en alcanzar el codiciado primer lugar en el American Top 40, lo cual ocurrió el 28 de septiembre del mismo año (venía del No. 2 y desplazó a Can’t Get enough of Your Love, Babe, de Barry White).

Andy financió él mismo el single a través de su propio sello Ice Records. Con tal de subrayar Rock Me Gently, puso la pieza en la cara A del 45rpm, y una versión instrumental de la misma en la cara B. La popularidad de la canción le valió un contrato con Capitol Records, pero la verdad es que en lo adelante Andy no hizo nada más. Pero antes, sí…

Andy co-escribió lo que fue el No. 1 del año en 1969, la canción Sugar Sugar, que interpretaba el conjunto The Archies...

...cuyo solista era Ron Dante...
...años después devenido productor de Barry Manilow (Even Now).
 
Ahora le toca el turno a Harry Chapin…

El 7 diciembre de 1942, justo un año después del ataque a Pearl Harbor, nació en New York un gran compositor, poeta, cronista musical y floclorista, Harry Chapin, con una obra no tan extensa si comparada con la de algunos de sus contemporáneos, pero que tan sólo dos piezas suyas —y una más que la otra en particular— le han valido un lugar cimero en la competitiva escena del rock y el pop de los EEUU de los años 70. Esas canciones son Taxi, y Cat’s in the Cradle. La primera, de 1976; la segunda, de 1974. Y cuánta más buena música no habría creado Chapin —este año cumpliría 70— de no haber muerto.

El jueves 16 de julio de 1981, poco después del mediodía, Harry Chapin iba manejando por la senda izquierda del Expressway de Long Island, a unas 65 mph en su Volkswagen Rabbit azul de 1975. Estaba en camino a un dar un concierto gratuito más tarde esa noche en el Eisenhower Park en el area de East Meadow, en New York. Cerca de la salida 40 en Jericó, encendió los intermitentes dobles de emergencia, significando que tenía un problema de cualquier índole a bordo. Entonces bajó la velocidad a unas 15 mph y se colocó en la senda derecha casi chocando con otro auto. Inmediatamente se fue a la izquierda y luego a la derecha para finalmente meterse delante de un rastra. El camión de 18 ruedas no pudo frenar a tiempo, de modo que embistió al VW de Chapin por detrás, haciéndolo estallar en llamas inmediatamente con el impacto.

El chofer del camión y otra persona lograron cortar el cinturón de seguridad de Chapin y sacarlo del auto antes que las llamas lo envolvieran. El músico fue aerotransportado en helicóptero al Nassau County Medical Center donde por 30 minutos los médicos trataron infructuosamente de revivirlo. El reporte refleja que Harry Chapin murió de un ataque al corazón, aunque no se sabe si éste ocurrió antes que le pegara el camión o después que le impactara, pero analistas creen que fue antes, y eso explica el desplazamiento errático de su auto antes de ponerse delante del camión.

Cat’s in the Cradle no sólo es u mejor composición, sino una de las más importantes de la década de los 70 y acaso un documento social de una realidad de antes de la fecha de su creación, cuyo argumento todavía está vigente. La canción aborda la realidad del ocupado padre norteamericano que no por negligente ni abandonado sino por responsable y en su afán de ser un buen proveedor, prioriza sus compromisos profesionales mientras el hijo va creciendo fuera de su necesaria sombra.

La letra de la canción, resumida en español dice así:

El chico nació el otro día
Pero había vuelos que tenía que tomar y facturas que pagar
De modo que aprendió a caminar cuando yo estaba lejos.
Y empezó a hablar antes que me diera cuenta,
y decía: “voy a ser como tú papá, tú sabes que voy a ser como tú” .

Mi hijo cumplió 10 el otro día y me dijo,
“gracias por la pelota, papá, vamos a jugar, enséñame a tirarla”,
pero le contesté, no, hoy no, tengo mucho que hacer.
Y él dijo, “está bien”, y se alejó con una sonrisa diciendo
“Yo voy a ser como él”.

El gato en la cuna y la cucharilla de plata,
el niñito triste y el hombre en la Luna
“¿Cuándo vienes a casa, papá?”
“Hijo, no lo sé, pero va a ser pronto y la vamos a pasar muy bien”.

Cuando vino del College el otro día ya hecho un hombre le dije:
“hijo, ven acá, estoy orgulloso de ti, siéntate ahí un momento”,
pero sacudió la cabeza y con una sonrisa me replicó,
“lo que me gustaría es que me prestaras las llaves del auto, papá…
te veo después… ¿me las puedes dar?”

Hace tiempo que me retiré,
mi hijo se mudó lejos y lo llamé el otro día.
“Me gustaría verte”, le dije, pero respondió:
“Me encantaría, viejo, pero el trabajo me tiene muy ocupado
y los niños tienen gripe,
pero ha sido un gusto hablar contigo”.
Y cuando yo estaba colgando el teléfono,
se me ocurrió que mi hijo había crecido como yo,
que se había convertido en mí.

El gato en la cuna y la cucharilla de plata,
el niñito triste y el hombre en la Luna,
“¿Cuándo vienes a casa, hijo?”
“No lo sé, papá, pero va a ser pronto y la vamos a pasar muy bien”.

La canción es una obra maestra que bien vale la pena una disección: Recurre todo el tiempo a la frase “el otro día” para demostrar que el tiempo va pasando como que sin importancia, o sin notarlo, y va marcando los episodios cronológicos del crecimiento del hijo. Y el estribillo de la canción, aparentemente críptico —esto es casi una norma en el universo del rock and roll, aquí no lo es tanto sino que se trata de diáfanas alusiones a cosas de la infancia. La frase Cat’s In the Cradle (el gato en la cuna) es una referencia a un juego infantil viejo y original, probablemente del mundo asiático en que una o dos personas juegan entramando una cuerda entre los dedos. De las diversas formas que se obtienen así, “el gato en la cuna" es una de las conocidas.

Luego viene la frase the silver spoon, la cucharilla de plata, que representa al niño que ha nacido en un hogar solvente —'nació con la cuchara de plata en la boca', especifica la conocida frase de corte mundial más o menos en cada idioma—.

La cita Little Boy Blue (el niñito triste) es una antiquísima rima inglesa que reza así: Niñito triste, suena tu corneta, que la oveja está en el pasto y la vaca en el maizal. ¿Dónde está el niño, dónde está ese chico que cuida a las ovejas? Se ha quedado dormido tras la pila de heno. ¿Lo despertarás? Oh, no, que llorará.

Finalmente, the man in the moon.

El hecho de la presencia de la preposición IN en ingles aquí construye la frase de una manera distinta de the man ON the moon, que esta última es la que sirve para definir la visita de los astronautas norteamericanos —Neil Armstrong como el pionero de ellos— en el satélite natural de la Tierra. Pero en este caso se refiere al rostro del hombre que EN la Luna los niños creen ver cuando los oscuros cráteres de Selene compuestos por los llamados mares de diversos nombres simulan los ojos, la narzi y la boca de la cara de un ser humano.

Cat’s in the Cradle desplazó del primer lugar a la divertida pero tonta canción Kung Fu Fighting, de Carl Douglas en diciembre de 1974, pero como el AT40 entonces contemplaba el conteo anual entre el 15 de noviembre de un año y el 15 de noviembre del otro, es por eso que el hit es más de 1975 y aparece en el parade de 100 lugares de ese año.

En 1976, Chapin puso en los charts otro hit menos popular pero igualmente brillante, Taxi, narrado también en primera persona, que lidia con las frustraciones humanas en las sociedades libres: el taxista que tarde en la noche lluviosa recoge a una pasajera que identifica como un viejo amor de años atrás al observar su sonrisa por el retrovisor. Como dice la canción, “ella iba a ser una actriz famosa, y yo iba a aprender a volar”.

Harry Chapin y Cat’s in the Cradle son dos elementos que también decoran para siempre la historia del rock cada mes de diciembre.

David Gates…

Su nombre completo es David Ashworth Gates, hasta donde sabemos nada tiene que ver Bill Gates, y nació en Tulsa, Oklahoma, el 11 de diciembre de 1940. Su infancia transcurrió en torno a pentagramas, porque su padre era director de orquesta y su madre una maestra de piano. El propio David, desde muy temprano, tocaba el piano y la guitarra, y tan pronto como en 1957, siendo casi una adolescente, la banda que organizó en la escuela acompañó en un concierto local a Chuck Berry.

En 1961 la familia Gates se mudó para Los Angeles, California, y allí es que comienza el despegue de la carrera musical de David; primero como músico de estudio y hasta productor (para Pat Boone).

Compositor, en esa época escribió y grabó varias canciones bajo el nombre de una agrupación ficticia, The Manchesters. Pero el David Gates que conocemos es el que arranca en 1967 cuando funda The Pleasure Fair, de breve existencia, pero que podemos considerar como el embrión de Bread porque, entre otras cosas, contemplaba en su line-up a Rob Royer, fundador e integrante clave de lo que más tarde fue la agrupación de noble nombre que les llevó a la fama.

Y entonces vino a bordo también Jimmy Griffin, elemento capital en el horneado de “Pan”, pero que en conjunto con Gates a la larga, en vez de ser ambos harina y levadura para complementarse, se convirtieron en aceite y vinagre…

Bread no fue un éxito instantáneo en el musicalmente prolijo año de su estreno, 1969 (Elton John debutó en el mismo instante). El primer single lanzado, Dismal Day, no vendió bien. Pero el segundo álbum, On the Waters, continente del hit Make it with You sí pegó, y desde entonces nació el sello distintivo de la agrupación, las baladas, hasta el punto de que durante los años 70 ninguna otra agrupación entregó a los parades tantas de éstas; probablemente la otra única figura que se le aproxima en la característica es la cantante canadiense Ann Murray.

Make it with You, es protagonista de una anécdota graciosa, a través de un juego de palabras en inglés intraducible al español, basado en la similitud fonética de Make It y Naked. La madre de David fue entrevistada por la televisión cuando la canción se escuchaba fuerte en la radio, y manifestó su regocijo por la fama del hijo, pero expresó su desconcierto al decir que no comprendía como él pudo titularla como… ¡Naked with you! (desnudo contigo).

A continuación vinieron más hits, pero Bread no supervivió a 1973. Todos los éxitos de la banda eran los escritos y cantados por Gates y por eso Griffin, cantante y compositor también, se quejó de su falta de exposición y protagonismo. Para colmo, en la radio presentaban a las canciones como de David Gates and Bread. Así se partió el Pan…

Sin embargo, por demanda de los fans, Bread se reunió de nuevo en 1976 y regresó gloriosamente a los conteos con un hit en 1977, Lost without your Love. Mas no fue suficiente. La pieza escrita y cantada por David, otra vez trajo a la superficie los celos de Griffin y en apenas 12 meses Bread volvió a quebrarse. Lo que vino a continuación fue la carrera en solitario de Gates que puso en los countdowns el éxito The Goodbye Girl en 1978, tema de la película homónima, una comedia romántica con Richard Dreyfuss en el papel protagónico, que le valió un Oscar como el mejor actor de ese año (Dreyfuss fue entonces, a sus 30 años de edad, el actor más joven en recibir el galardón).

Más tarde, también en 1978, llegó otro hit —menor— de David Gates en solitario, Took the Last Train to Saint Troupez, una de las pocas piezas —como Guitar Man— “movida”, si comparada con la quietud de las baladas típicas de Bread.

Pero del inventario de éxitos de David Gates and Bread hay dos que encierran curiosidades —uno de ellos, en origen triste— y que por eso merecen la pena ser detallados: La canción Everything I Own, escrita por él, perteneciente al cuarto álbum de Bread, Baby, I’m a Want You, de 1972, no fue dedicada a la muerte de su madre como mucha gente cree, sino a la de su padre, y fue compuesta después del triste hecho. Es por eso que la letra dice “tú me diste la vida y me hiciste libre; daría todo lo que tengo por tenerte de vuelta otra vez”.

La otra canción que merece atención es la bella Aubrey. Aubrey, además del título de la melodía, es un nombre… ¿de mujer… francés?

La canción comienza diciendo, “Aubrey era su nombre, un nombre nada común para una chica pero… ¿a quién se le puede echar la culpa?”.

Sí, Aubrey es un nombre francés… sólo que después de una corrupción fonética del original alemán que adopta las variantes del primario Alberich, descarrilado también hacia Albereda o Alberada. Lingüistas dicen que esta última variante citada es el origen de Alborada en español. Hmmm…

Alberich, en el antiguo mundo anglosajón era el nombre del Hada de los Enanos… a pesar de lo cual en los Estados Unidos es —o era— mayormente, un nombre masculino. En el censo de población de 1990 del país, Aubrey ocupaba en una lista de mil, el lugar 479 entre los nombres más comunes de hombre. Sin embargo, para el año 2009 era el cuadragésimoprimer nombre más popular para las niñas. Y la razón fundamental para este dramático cambio es… ¿adivina?, la canción Aubrey, de David Gates and Bread.