El 17 de diciembre de cada año marca
la fecha de su muerte en 1999.
Tenía 56 años.

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA
sobre automovilismo que se transmite cada sábado
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Artículo publicado en el No. de enero del 2000 en la revista
MERCADO DEL DISCO, de la cual el autor era por entonces su director
.

“Pérdida irreparable”, amén de cursi, lamentablemente es una frase cierta. Pérdida irreparable pues es para el mundo del jazz y de la música la inesperada muerte de Grover Washington Jr., uno de los más finos intérpretes de un género musical particular. El saxofonista murió en New York el viernes 17 de diciembre de 1999, apenas una semana después de su cumpleaños, de un ataque al corazón, tras tocar en las grabaciones de un show de televisión. El músico acababa de interpretar —y grabar— cuatro canciones que se transmitirían al día siguiente en el programa The Saturday Early Show de CBS, cuando sufrió el mortal ataque. Inmediatamente fue conducido al hospital St. Luke’s/Rousevelt, donde fue declarado muerto. Tenía 56 años.

Grover Washington Jr., intérprete fundamentalmente de saxo tenor y soprano, fue —es— una figura crucial en la transición entre el soul-jazz de los años ‘60 y el funk-jazz de los ‘70. Por eso algunos críticos, sabiendo el enorme talento del ejecutante, le censuraban que hubiese elegido ese estilo intermedio de jazz liviano que lleva los apellidos comerciales de smooth o cool, pues Washington pudo haber sido lo mismo un excelente jazzista rancio, que un gran músico funk. Lo mismo acontece a Kenny G, con la diferencia de que para éste, comparado con Washington Jr., la crítica es severamente feroz. Pero en lo que ambos saxofonistas coinciden, amén de carreras y aproximaciones musicales absolutamente distintas, es que cada uno de ellos tiene un sonido identificable, propio... sin dejar de subrayar que el sabor soprano de Kenny se basa en el tono de Grover, cuya influencia desbordó a otros artistas.

De cualquier manera, su magistral performance, señala a Grover como padrino del estilo más popular del jazz contemporáneo, como un virtuoso del instrumento —hay quien dice que no tanto—, y también como un tremendo vendedor de discos.

Grover Washington Jr. nació el 12 de diciembre de 1943, en Buffalo, NY. Su padre fue saxofonista y su madre cantante de coro de una iglesia. A los 10 años, Washington Jr. comenzó a tocar el saxofón (por citar otra analogía, hay que mencionar una coincidencia biográfica, en este caso con el precoz saxofonista cubano Paquito D'Rivera). Más tarde ingresó en el Conservatorio Wurlitzer de Buffalo. Su carrera profesional comienza tan temprano como a los 16 años cuando se instala en Columbus, Ohio, y se une a la banda de R&B The Four Chefs, en la que permanece hasta que, en 1963, tras dos años de existencia, ésta se deshace. Luego sirve en el ejército, donde, destacado en Fort Dix, New Jersey, toca entre 1965 y 1967.

Después del ejército, Washington experimentó un relativo receso como intérprete, pues tocó esporádicamente para trabajar como distribuidor de discos. Su carrera musical realmente arranca en 1970 cuando se une al tecladista Charles Earland y su grupo, y también a Johnny Hammond Smith, y al hacer varias sesiones para el sello Prestige. En 1971 lanza, casi por accidente, su primer solo, Inner City Blues: esto ocurre al sustituir a Hank Crawford, que no pudo cumplir con la agenda de grabación. Para 1975 Grover Washington Jr. comienza a hacerse un nombre conocido con Mister Magic.

A través de los años, Washington grabó alrededor de una docena de álbums, principalmente para Columbia, Motown y Elektra. En 1982 lanzó The Best is Yet to Come, con la cantante Patti LaBelle, que alcanzó el No. 14 en la lista de R&B. Fue una de las 7 canciones de Grover Washington Jr. que ingresó al Top 40 del género. Pero, sin duda, el hit más conocido de Grover Washington Jr. es Just the Two of Us, del disco Winelight (1980), que también incluye la conocida In The Name of Love.

The Two of Us cuenta con la voz de Bill Withers, el intérprete de grandes éxitos como Lean On Me; Ain’t No Sunshine When She’s Gone y Lovely Day, y no sólo fue uno de los más grandes “palos” en los charts de 1981 —alcanzó el No. 2—, sino que expuso a Washington a un público más amplio, extendiendo su nombre y fama. Winelight vendió alrededor de un millón de copias y le valió dos premios Grammy.

No todo el mundo conoce que existe una versión cantada de In the Name of Love, también con la voz de Withers.

Otros discos notables de Washington son*, Feels so Good; A Secret Place; Paradise; Skylarkin’; Strawberry Moon; Time Out of Mine; y Soulful Strut. Recomendables, Live! at the Bijou (¡en vivo!), Anthology, una compilación de grandes éxitos de 1985 y, lo más reciente, de 1999, Prime Cuts 1987-99 The Columbia Years, y Ultimate. Pero Then and Now, en el que participan Herbie Hancock, Ron Carter y Tommy Flanagan, es el álbum más interesante de su discografía, porque demuestra el potencial jazzístico tradicional —classic, si lo prefiere— de Washington.

Lo que deja como legado Grover Washington Jr. se acopla a un tipo de jazz censurado por los puristas como ya dijimos, pero muy aplaudido por sus seguidores que en este caso no nos referimos a fans, sino a músicos, cuya nómina integran otros instrumentistas como Chuck Mangione y, en lo vocal, Bobby Caldwell y Gino Vanelli.

Aún apartándose del jazz que muchos quisieron verle cultivar y para el cual tenía la fibra que necesitaba tener, Grover Washington Jr. es todo un maestro, cuya ausencia será imposible de llenar. .

 

*Sin orden cronológico ni jerárquico. Además, hay que destacar que el número de discos de Grover Washington Jr. en el presente es superior a los desgranados en el texto, que eran los más notables al momento de su muerte en 1999.

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