El Ferrocarril Inclinado de Chattanooga
por PEPE FORTE.
Fotografías del autor y del archivo del Incline.

publicado en ¡ENTÉRESE!/1998

El Ferrocarril Inclinado de Chattanooga —o Incline, como simplemente se le conoce en inglés— es una de las más llamativas atracciones turísticas de Tennesse, en EE.UU. Se trata de un tren sui generis que asciende por la ladera de la Montaña Mirador —o Lookout Mountain, hasta alcanzar la asombrosa inclinación de 72º.
Desde 1895, sus vagones —o cables como también se les llama— funcionan gracias al principio de contrapeso de los funiculares y algunos elevadores. Por eso los carros parten desde y llegan a cada una de las estaciones en los extremos de la línea al mismo tiempo, e igualmente se rozan justo a medio camino en un punto conocido como The Switch —el único momento en que la vía se bifurca—. Del cable que une a ambos coches tira un poderoso cabrestante, instalado en la estación de la montaña.


Orígenes
El Incline, que ofrece a sus pasajeros una panorámica fabulosa, tarda unos 15 minutos en hacer el trayecto entre la cima de la elevación y su base. Pero no siempre fue así.

Desde hace más 100 años, los vacacionistas descubrieron las bellezas naturales que circundan a Chattanooga, y especialmente la bellísima vista de la región que se ofrece desde la cima de la montaña, a los pies de la ciudad.

A mediados de 1880 se dieron los pasos iniciales para la construcción del primer ferrocarril inclinado, que hizo su viaje debut el 21 de marzo de 1886. Los primeros carros eran abiertos, lo que aumentaba la emoción de sus 23 pasajeros, pero posteriormente las inclemencias del tiempo los convirtieron —hasta la fecha— en vagones cerrados, aunque prolijos en ventanillas.

Presente
Varios modelos de vagones han ofrecido el servicio, hasta el más reciente, de plataforma escalonada de 18º de inclinación, una nostálgica versión de los pioneros, con aspecto de trolley.

El cabrestante también ha sufrido cambios. El primero era accionado por máquinas de carbón, hasta que en 1911 éstas fueron sustituidas por motores eléctricos.
A más de un siglo de fundado, el Ferrocarril Inclinado de Chattanooga sigue siendo una delicia turística en cualquier momento del año, aunque el mejor es en otoño, cuando los bosques de las cercanías se visten de colores.

Nombrado Lugar Nacional Histórico, e Hito Mecánico Histórico, el Incline es un maravilla que vale la pena abordar.