Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA que se transmite
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y de EL ATICO DE PEPE, de lunes a viernes de 5:00pm a 6:00pm ET,
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Posted on Jul. 29/2012

 

Nunca dejamos de extrañar al Acura Integra, basado libremente en el Honda Civic, que fue introducido en 1992 incluso como Honda Integra en otros mercados ajenos al norteamericano y que, más tarde rebautizado con tres letras que las neuronas de nadie recuerda, desapareció. Ahora regresa bajo el nombre de ILX —y dale con las letras—.

Aunque como antes basado ahora en la plataforma del Civic, ni antes ni ahora es justo definir al ILX como una copia del compacto de Honda. Hay demasiadas diferencias entre uno y otro vehículo como para cometer el sacrilegio que igualarlos, sobre todo en detrimento del Acura, aunque baste decir que el Civic es —y ha sido— un coche excelente aún contemplado fuera de su nicho.

Es cierto que el ILX puede ser considerado un Civic magnificado… pero magnificado en grande.

En primer lugar, el ILX es muy distinto por fuera. Contempla el grill con el tirante horizontal característico de Acura, sólo que ahora re-estilizado para su mejor momento y, sobre todo, el diseño de la ventanilla de la segunda puerta lo separa muchísimo visualmente del Civic. En dos palabras: el ILX no parece un Civic apenas reetiquetado.

Los estilistas de la compañía dictan cátedra en cómo sacar de un vehículo de origen otro que encarne cabalmente el espíritu del vehículo destino. Al mirar al Acura ILX y al Honda Civic a la vez, se nota al vuelo que el segundo es un auto más "popular", hasta con un look más deportivo, mientras que el primero, aun siendo un coche pequeño denuncia el barniz de porte y lujo de Acura. Y eso merece un aplauso.

Demasiadas compañías se dejan arrastrar por la siempre complaciente receta económica de, en casos así, hacer meros cambios entre primos hermanos. No pasa entre Honda y Acura.

Por dentro ocurre igual. El interior del Acura ILX está muy lejos de ser una copia al calco del interior del Civic, o de simplemente rediseñar las toberas del aire acondicionado. Mire usted, que preferimos el interior del Civic, con consola de dos niveles, con colores-luz atractivísimos cuando la relojería se ilumina —como se aprecia en la imagen encima—, para u conjunto que aunque más simple es más deportivo… pero es que aquí está el punto: el interior del ILX es más elegante, sobrio, refinado, con iluminación en blanco y no lo carnavalesca que es en este aspecto la del Civic. El interior del ILX es, sí señor, el interior de un Acura, y eso se percibe inmediatamente en la calidad de los plásticos y materiales.

Y hay un detalle que conquista: el ILX carece de llave de arranque, de modo que el botón para ignición es hermoso porque destaca en una suerte de rojo anodizado semejante al de la cámara Nikon P510.

Como otros productos Acura, cuenta con un botón redondo, sobredimensionado, al centro de la consola, que hace de "enter" para algunas aplicaciones de base electrónica en el auto. En la parte puramente de ingeniería, la suspensión ha sido retonificada para un buen balance entre el feeling sporty y el comfort.

En cuanto a motor, se ofrece en gasolina y planta híbrida.

Hay, como en el Civic, dos motores de gasolina, ambos de 4 cilindros. Uno es de 2.0 litros de 16 válvulas tipo i-VTEC, que genera 150 hp y 140 lb x pie de torsión, y otro de 2.4, más potente, de 201 hp y 170 libras.

El Acura ILX Híbrido cuenta un 4 cilindros de 1.5 litros que asociado al motor eléctrico termina pariendo 111 hp y 127 libras por pie de torque.

La eficiencia del híbrido, por supuesto, es más alta que la de los otros dos ILX’s de sólo gasolina, con 39mpg en la ciudad y 38 en la carretera. A esta autonomía contribuye el acople del módulo motriz híbrido a transmisión CVT.

El 2.4 litros hace 22 y 31.

Nuestra unidad de pruebas fue el Acura ILX Tech del 2013, con el motor de 2.0, cuyas características y dotaciones, entre otras, son las siguientes: aros de aleación de 16 pulgadas; luces automáticas y de circulación diurna; sunroof; acceso sin llave; climatizador automático dual y conexión Bluetooth.

El paquete especial de nuestra edición Tech, que es superior al modelo base, ostentaba asientos de piel tipo deportivos; radio satelital XM, asientos eléctricos, de 8 posiciones para el conductor, térmicos por añadidura; lámparas de Xenón y neblineros, y aros más grandes, de 17 pulgadas. Además, GPS con reconocimiento vocal y sonido tipo premium. La lista sigue…

Se puede llevar uno a casa un Acura ILX básico por sólo $25,900, pero nuestra unidad, mejor equipada totalizaba $32,295.

En cuanto a manejo y cómo se siente dentro, hay que empezar diciendo que inmediatamente tras entrar en cabina y andar las primeras yardas, se revela la calidad mecánica y de terminado histórica de todo producto Honda. Para este servidor, que en el pasado poseyó el Honda Accord de 1993 y el Honda Civic de 1995, ambos de estreno en su momento, nos asombró ver cuánto han crecido el Civic y lo que antes fue el Integra. El espacio interior del nuevo ILX nos recuerda el del Accord ’93 en amplitud, caray.

La posición de manejo es cómoda, el auto se desplaza fácilmente con su 2.0, la amortiguación es noble y el nivel de silencio en cabina, alto. No dudamos que el 2.4 sea más vivaz por razones obvias, pero no extrañamos una cilindrada superior en este ILX.

Qué buen regreso el del Integra, ahora bajo la etiqueta del ILX.